La Junta de Castilla y León ha abierto el trámite audiencia de la Orden que regula en el nuevo sistema de teleasistencia avanzada, que podría ponerse en marcha en colaboración con los ayuntamientos a comienzos de 2020 y que ofrecerá hasta 13 nuevos servicios de un carácter más "proactivo" y predictivo.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta, Alicia García, ha presentado este martes el contenido de esta orden que mejorará "sin aumento de coste" los servicios de teleasistencia que se recogerán en el próximo acuerdo marco entre la Junta y las corporaciones locales de más de 20.000 habitantes que se firmará el próximo año.

Alicia García ha asumido que el nuevo sistema supondrá un incremento de coste a las administraciones, pero no a los usuarios, y ha precisado que serán los ayuntamientos los que tengan que proveer estos servicios en sus zonas cuando vayan concluyendo los contratos de prestación de teleasistencia que están actualmente en marcha.

La orden se comenzará a desarrollar cuando concluya el plazo de audiencia de un mes y se espera un trabajo de aproximadamente medio año para determinar exactamente el funcionamiento del nuevo sistema que supondrá un cambio en la concepción de la teleasistencia, ya que pasará de ser únicamente reactivo ante emergencias como es actualmente, a ser "proactivo" y "predictivo".

Supondrá la implantación de tecnología avanzada con tecnología que monitorizará y geolocalizará a la persona beneficiaria, lo que permitirá así una asistencia más personalizada, en mayores ámbitos e incluso con la capacidad de predecir posibles riesgos.

En concreto, la teleasistencia avanzada ofrecerá hasta 13 servicios y recursos tecnológicos más que la básica y según Alicia García hará posible una atención "mucho más personalizada en función de las necesidades de cada persona".

Entre los servicios de teleasistencia básica que se ofrecen actualmente, Alicia García ha recordado que figuran la atención en el domicilio, el apoyo ante situaciones de riesgo, apoyo emocional, comunicaciones de seguimiento y cortesía, custodia de llaves para poder acceder al domicilio en caso de emergencia, servicio de unidad móvil, seguimiento de situaciones de ingresos o enfermedades y la utilización de un emisor-receptor para comunicación hablada.

El nuevo sistema podrá ofrecer además la telemonitorización de la persona y su entorno con apoyos tecnológicos dentro y fuera del domicilio, detección de elementos como humo, fuego, fugas de gas, agua, monóxido de carbono; seguimiento de actividad a través de dispositivos tecnológicos, prevención o detección y atención de situaciones de riesgo y emergencia fuera del domicilio, con geolocalización para atender posibles salidas de la zona habitual o presencia en entornos de riesgo.

Además, se encarga de la petición y recordatorio de citas médicas, seguimiento proactivo periódico del estado de salud y psicosocial, detección de posibles situaciones de vulnerabilidad --por enfermedad, dependencia, situaciones de soledad y aislamiento--, seguimiento proactivo periódico y prevención de situaciones de riesgo por convalecencia, seguimiento de ejercicios de rehabilitación.

Serán los técnicos del sistema los que determinen qué usuarios de los 30.000 que tiene actualmente la modalidad básica podrán disponer de la avanzada, si bien se ha dado por hecho que entre ellos estarán los 13.000 dependientes que forman parte del total. Alicia García ha precisado que estas personas tendrán tanto teleasistencia avanzada como algunas de las otras prestaciones a dependientes.

SEGUIMIENTO DE CUIDADORES

Además, todos los cuidadores de personas dependientes que sean titulares de esta prestación y la de cuidados en el entorno familiar, pasarán a disfrutar de manera automática del seguimiento proactivo periódico, sobre todo para evitar situaciones de "agotamiento".

Otra novedad será que se elimina la diferencia entre titulares y usuarios de la prestación, ya que todos pasarán a ser titulares, con lo que se extiende o personaliza la prestación a todos los miembros de la entidad familiar.

La Junta ha recordado que la teleasistencia es ya un derecho para todas las personas mayores de 80 años y para personas dependientes, pero pueden acceder a ella todas las personas que la necesiten. En la actualidad se benefician de ella unas 30.000 personas en la Comunidad, 13.000 de ellas, dependientes.

Del total, el 65 por ciento son personas que viven solas -se estima que en Castilla y León el 25 por ciento de los mayores de 65 años no tienen compañía en su vivienda-, y más del 75% del total son mujeres, mientras que más del 80% tiene más de 80 años, y el 43% vive en el medio rural.