Enrique de Santiago Opinión Noticiascyl

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Región

Por España y estrategia: cooperación

24 marzo, 2019 11:23

 En diciembre de 2018 junté cuatro letras con las que defendía los planteamientos políticos de VOX, e intentaba desgranar las propuestas de su Manifiesto Fundacional y la necesaria aplicación de estas en España.

Hoy, el amor a España me hace pensar que la única forma de defenderla es con gente que sea honrada, trasparente, coherente, solvente intelectualmente y, sobre todo, con una enorme generosidad, gracias a que su posición sea la de servir y no servirse, esté donde esté, pues, también en Vox, se ha inoculado el virus ponzoñoso de las “putillas y chaperines” que carcomen otros partidos.

Con estas dos premisas, y consciente de que las fórmulas electorales con las que se deben de desarrollar los encuentros electivos, con circunscripciones en las que la disputa es por un número bajo de candidatos, una fórmula proporcional regida por la Ley D´Hont y la fragmentación del voto, es evidente que los perjudicados son los terceros en liza y el más beneficiado es el vencedor de la disputa.

Con estos mimbres, si dividimos el voto de la derecha y se hunde el voto de la extrema izquierda radical, el beneficiario, con la victoria, será el PSOE del Sr. Sánchez.

Pero, si el voto de la derecha se unifica, la fragmentación del resto de partidos, favorece al partido más votado de la derecha unida, haciendo que pierda, claramente, el Sr. Sánchez.

Con este panorama, y el discurso de la progresía que “avanza en solidaridad” del Sr. Sánchez dispuesto a negociar con independentistas y separatistas, así como con lo que quede de la extrema izquierda radical, e incluso con Cs, que están cerca de proponérselo, el gobierno existente tras la moción de censura al Sr. Rajoy podría repetirse tras la disputa electoral.

Frente al “buenismo inconsistente” nos encontramos con una derecha cuyo discurso es “España”, pero que, cuando llega el momento, les cuesta negociar entre ellos y concurren divididos, de forma que el lema “por España” se convierte en el lema de “mis intereses”, “mis proclamas”, y así, caminando por España, conseguirán que España sea gobernada por quienes están dispuestos a desmembrarla…. ¡uff, qué panda!

Entre tanto, los ciudadanos nos vamos encendiendo con las soflamas de unos y otros, consolidando nuestro posicionamiento en uno u otro lado, mientras cada día nos entra más miedo, que nos inoculan convenientemente, con el que llega la carcunda independentista y de la dictadura del proletariado, o a los de izquierdas con el miedo a una falsa posición antigua y prodictador de VOX.

Lo único cierto es que la derecha democrática del PP y VOX, si realmente en su ADN político se encuentra la unidad de España, no tienen más remedio estratégico que aunar fuerzas, evitar dispersiones de voto, eliminar dificultades y, en las provincias pequeñas con pocas posibilidades, presentar una única lista conjunta (PP-VOX) que les permita la victoria sin posicionar a uno sobre otro o en la que pierda uno frente a otro.

Cs podría unirse al modelo, pero ellos ya tienen pactado con el PSOE su alianza, no por nada se definían como socialdemócratas, al menos en sus inicios y, por eso, les genera urticaria la presencia de VOX, al que ya ninguneaban hace años cuando Santi le mandó una carta a Alberto que este nunca contestó con ademanes muy prepotentes.

Por España, todo por España, esa es la meta y objetivo de la derecha, pero deben de demostrar que eso es así, y no se hace disputando sino mediante la transacción política, la solvencia intelectual, la seriedad, la honradez y el servicio, sincero y cierto, a una España en peligro en la que sólo se puede ser generoso y actuar por encima de posiciones o planteamientos maximalistas o personalistas. ¿Serán capaces traicionar a España y demostrar que son más importantes sus “membríscalos”, o su lealtad será perder su interés para que gane España?