'A vivir que son 100 años', la apología del envejecimiento activo
Superar la barrera de los cien años de vida no está al alcance de cualquiera. Hace algo más de un siglo era una anomalía demográfica, en 1900 había tres personas con más de cien años en Castilla y León. Sin embargo, ahora hay más de 1.500 ciudadanos de la Comunidad que superan esa edad. El Museo de la Ciencia profundiza en el aumento de la esperanza de vida, los beneficios del envejecimiento activo y potencia la reflexión de cada visitante con la exposición 'A vivir que son 100 años'.
La muestra se ha inaugurado este viernes en una de las salas de exposiciones temporales del Museo y se podrá ver de manera gratuita hasta el 30 de junio. La concejala de Cultura, Ana Redondo, ha destacado el valor didáctico de esta exposición, "en la que cada uno puede observar, aprender, y después sacar sus propias conclusiones y las aplicaciones que considere para su propia vida".
La exposición está diseñada y realizada por la Fundación CSIC y, a través de cinco grandes ámbitos, invita a recorrer el camino de la vida y enfrentarse al proceso de envejecimiento, mostrando aquellos factores que puedan determinar que dicho itinerario se efectúe en las mejores condiciones posibles.
El responsable de la Fundación CSIC, Álvaro Jiménez, ha incidido en que "el envejecimiento es un reto de la sociedad y la ciencia debe responder a ello. Esta exposición tiene más preguntas que respuestas, para que cada uno descubra cómo podemos vivir mejor en el envejecimiento".
Uno de los asesores de la exposición, el profesor de la Universidad de Salamanca Alberto del Rey, ha aportado la reflexión sobre la esperanza de vida en las provincias con un menor índice de población. "La provincia con la mayor esperanza de vida en España es Soria, y entre las diez con edades más altas hay cinco de Castilla y León".
Por su parte, la directora del Museo de la Ciencia, Inés Rodríguez, ha destacado que la muestra cuenta "con paneles de lectura fácil para que sea más accesible". Como curiosidad, Rodríguez ha concluido su intervención mostrando la camisa que llevaba puesta, "que fue bordada por mi abuela cuando era una mujer mayor, y creo que es un símbolo de todo lo que pueden hacer las personas en edades avanzadas".