El Viernes Santo en Zamora no tiene descanso, tras terminar la noche del Jueves Santo con el Yacente, la madrugada se inicia con un desfile procesional espectacular que dejará momentos impresionantes, la Cofradía de Jesús Nazareno ‘vulgo Congregación’, que dará paso a la solemnidad de la Real Cofradía del Santo Entierro por la tarde y cerrará la jornada con una de las imágenes de mayor devoción en Zamora, Nuestra Madre de las Angustias.

Cofradía de Jesús Nazareno Vulgo Congregación

La Cofradía de Jesús Nazareno recorre esta madrugada de Viernes Santo las calles de Zamora arrastrando ecos de cornetas y tambores desde la Plaza Mayor hasta las Tres Cruces. El Merlú avisa, horas antes, con su característico sonido a los cofrades para que acudan a una de las citas más emblemáticas y populares de la Semana Santa de Zamora.

De San Juan de Puerta Nueva partirá el numeroso desfile, que tiene como momento álgido la salida del templo del Cinco de Copas, que baila al son de la Marcha de Thalberg en un emocionante momento para todos los zamoranos. Zamora no ha dormido esta noche, y ha enlazado las procesiones de la Vera Cruz, el Yacente y Jesús Nazareno, acompañándola en su caminar. Momentos después, más de cinco mil cofrades elevaban sus cruces para recibir a la Virgen de la Soledad, vestida con manto bordado de terciopelo negro y oro y lágrimas en sus mejillas. Es el rostro por antonomasia de la Semana Santa de la ciudad.

Desfilan once pasos en esta procesión: Jesús Camino del Calvario, La Caída, Redención, Las Tres Marías, Jesús Nazareno, La Verónica, La Desnudez, La Crucifixión, La Elevación de la Cruz, La Agonía y la Virgen de la Soledad relatan la Pasión y Muerte de Jesús.

En Las Tres Cruces se produce un descanso para tomar las típicas ‘sopas de ajo’, y después tiene lugar otro hito de esta procesión: todos los pasos le hacen la reverencia a la Virgen de la Soledad, antes de emprender el camino de vuelta. La Soledad se despide en San Juan, mientras la procesión sigue su curso por la Plaza Mayor, donde de nuevo bailan los pasos, hasta desembocar en el Museo de Semana Santa, donde entre emocionantes aplausos los pasos van entrando al recinto.

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Real Cofradía del Santo Entierro

La Real Cofradía del Santo Entierro desfilará este Viernes Santo en Zamora, en la que es la procesión más solemne de toda la Semana Santa de Zamora. Los miles de hermanos y hermanas que conforman la cofradía volverán a vestir túnica de terciopelo negro, con cíngulo y decenario, con vara de madera, rematada en un calvario de metal dorado. El Santo Entierro es todo luto y elegancia. Fue creada en 1593, y desde entonces siempre ha desfilado en la tarde del Viernes Santo.

Después de que el año pasado la lluvia impidiese la salida de la procesión, este año será la primera vez que todos los pasos propiedad de la cofradía vayan cargados a hombros acompañados por bandas de música, por lo que cada escena de la Muerte de Cristo tiene personalidad propia dentro del desfile: La Magdalena, La conversión del centurión, la Lanzada, el Santísimo Cristo de las Injurias, El Descendimiento, La Piedad, El Descendido, La conducción al Sepulcro, San Juan y Nuestra Señora, El retorno del Sepulcro, Santo Entierro (La Urna) y la Virgen de los Clavos recorren la ciudad ante la mirada de los miles de zamoranos y turistas que todavía abarrotan Zamora.

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Cofradía de Nuestra Madre de las Angustias

La procesión de Nuestra Madre de las Angustias, conocida entre los zamoranos como ‘Nuestra Madre’, cierra este Viernes Santo de luto, con la imagen titular de la cofradía acompañada del Santo Cristo y la Virgen de las Espadas.

Nuestra Madre es una de las de más devoción en la ciudad de Zamora desde inicios de la edad moderna. No en vano, la cofradía es muy numerosa y los hermanos, y aquellas hermanas que así lo quieran, visten túnica de estameña blanca, ceñida con cordón y decenario, y caperuza de terciopelo negro, y portan hachones. Las hermanas también pueden vestir de riguroso luto, portando vela con tulipa. Todos llevan la medalla de la cofradía.

La actual imagen es obra del imaginero Ramón Álvarez, quien la finalizó en 1879. La Virgen sostiene entre sus brazos al Cristo.

La Virgen de las Espadas, antigua Dolorosa, data del siglo XVI según se cree, y también pasó por las manos de Ramón Álvarez. Tras un paró desde 1969, en 2010 volvió a desfilar en Nuestra Madre. La mesa, diseñada por Antonio Pedrero y ejecutada por José Antonio Pérez, es portada a hombros por 18 cargadores, hombres y mujeres. De hecho, fue la primera plantilla mixta que carga una mesa en Zamora, tras Jesús, Luz y Vida.

La imagen más reciente, el Santo Cristo, se incorporó a la procesión en 1994, aunque se venera en un altar del presbiterio de la Catedral y es una talla del siglo XVI, cuya autoría se desconocía hasta que Santiago Samaniego Hidalgo ha podido certificarlo como de Arnao Palla.

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