El Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) publicará este lunes la Orden por la que se convocan para el año 2019 las ayudas para la mejora de la producción y comercialización de la miel enmarcadas en del Plan Nacional Apícola 2017-2019.
Con estas ayudas, los apicultores de la Comunidad podrán beneficiarse de seis líneas de subvenciones destinadas a recibir información y asistencia técnica; a luchar contra los agresores y enfermedades de la colmena, como la varroosis; a racionalizar la trashumancia; a medidas de apoyo para el análisis de la miel; a la repoblación de la cabaña apícola; y a mejorar la calidad de los productos apícolas con el objetivo de posicionarlos en el mercado a través de la diferenciación.
Según ha informado la Consejería, los beneficiarios de estas ayudas serán apicultores que tengan, al menos, 150 colmenas, así como cooperativas apícolas y organizaciones representativas con personalidad jurídica propia, y los laboratorios, debidamente acreditados, que efectúen análisis de las características fisicoquímicas de la miel.
Además, se dará prioridad a los jóvenes y a las mujeres, con el objetivo de fomentar la incorporación al campo y fijar población en el medio rural.
Para recibir estas subvenciones, los beneficiarios deberán realizar la actividad apícola con anterioridad al 1 de enero de 2019, encontrarse al corriente de sus obligaciones tributarias, tener contratado un seguro de responsabilidad civil para desarrollar la actividad y realizar, al menos, un tratamiento frente a la varroosis.
La ayuda máxima puede llegar hasta el 100 por ciento en el caso de solicitarla para información y asistencia técnica apícola, para luchar contra los agresores y enfermedades de la colmena y para mejorar la calidad de los productos apícolas; a un 90 si es para apoyo para el análisis de la miel, y a un 80 si es para racionalizar la trashumancia o para repoblar la cabaña apícola.
El presupuesto final será fijado en Conferencia Sectorial de acuerdo, en primer lugar, con el criterio del número de colmenas que hay en cada comunidad autónoma y, en segundo lugar, a que éstas hayan puesto en marcha un programa oficial de vigilancia de agresiones y enfermedades de las colmenas, principalmente varroosis, programa que se lleva a cabo y que está plenamente implantado en Castilla y León.
En Castilla y León hay 5.100 apicultores que agrupan 460.000 colmenas que representan el 15 por ciento de las colmenas del total nacional y aporta en torno a unos 17 millones de euros a la actividad de la Comunidad.
El sector apícola es un sector estratégico en Castilla y León, además de por el peso que tiene en la Comunidad, sino por el papel protagonista que desempeñan las abejas melíferas en el medio natural, en el equilibrio ecológico y en el mantenimiento/conservación de la biodiversidad debido a la polinización que realizan en los cultivos y en la vegetación natural.