Las cosas de Míchel
Era un martes raro a orillas del Pisuerga. Festivo. Con la campa de Villalar a pleno rendimiento en un Día de Castilla y León que volvía a reivindicar la historia de la Comunidad, con frío (mucho para estar casi en mayo) y con Liga con un Real Valladolid jugándose la vida, literalmente.
Desde primera hora de la mañana los aledaños al estadio José Zorrilla se empezaron a llenar de color y de aficionados del Real Valladolid deseosos de ver a su equipo volver a ganar y huir de unos puestos de descenso que empiezan a quitar el aliento.
Cervezas, panceta, chorizo, música... Diversión y muchas sonrisas, en fin, antes de que tocara la campana a eso de las 20:30 horas, hora del comienzo del choque entre Pucela y Girona. Inciso, el tema de la Fan Zone que llegó para quedarse hace algo más de un mes me parece un acierto rotundo porque genera ese ambiente antes de cada choque que entona a la afición para llevar en volandas a su equipo.
También lo hizo el jugador número 12 ante los de Eusebio en un choque que tuvo un protagonista claro. Míchel Herrero. El 21 del Pucela, marcaba un gol que vale oro en un partido en el que ambos conjuntos sabían lo que se jugaban, ni más ni menos que la salvación, con lo que supone en lo que a los ingresos televisivos se refiere, un descenso.
Y eso que el de Burjassot no estaba firmando un encuentro brillante hasta el momento del tanto pero esa jugada de Enes Ünal con un movimiento fantástico y la diana excelente del valenciano dan alas a un Pucela que merecía más en los últimos partidos y a un Míchel cuya mejor versión es vital para mantener la categoría.
El valenciano se llevó la mano a la oreja tras el tanto porque el runrún minutos antes del gol ya se dejaba oir por las gradas de un estadio José Zorrilla que volvió a presentar un aspecto fantástico con casi 20.000 almas.
Esperemos que el tanto le devuelva toda la confianza a un jugador vital para este equipo por su calidad, pase y temple. Junto a la vuelta de Toni y, por supuesto, los tres puntos fueron las mejores noticias para un Real Valladolid que necesita aún 4-5 puntos más para lograr la salvación un final de Liga que se antoja agónico.