La tragedia se ciñó sobre Castrogonzalo, sobre Tábara y sobre toda la provincia hace un año con un hecho que quedará dentro de la historia negra de Zamora para siempre. La joven Leticia Rosino salió a pasear el 3 de mayo y no se supo nada más de ella. Familiares, amigos y vecinos se movilizaron rápidamente para encontrarla.
Solamente hicieron falta unas horas para encontrarse con lo peor, Leticia Rosino aparecía muerta con signos de violencia en el extrarradio de Castrogonzalo y comenzaban las investigaciones para encontrar al culpable.
El cerco se estrechó sobre un pastor vecino de la localidad que frecuentaba el lugar donde desapareció la joven zamorana, pero luego la investigación dio un giro deteniendo al hijo menor del pastor al encontrar indicios de asesinato por parte de éste, que ingresó en el centro de menores de Zambrana.
Entre tanto, las manifestaciones, el luto y los apoyos a la familia se sucedían en Castrogonzalo, Tábara, Benavente y Zamora capital, con toda la población consternada ante los hechos y exigiendo justicia para la joven, con innumerables muestras de cariño hacia la víctima y los familiares.
Ya el 26 de noviembre se volvió a vivir un episodio de dolor, rabia y de lucha en el juicio contra el menor en el que reconoció la agresión sexual y el asesinato. Momentos de tensión extrema en la calle pidiendo justicia para la joven que encogieron a muchos el corazón.
En este mar de dolor buscan el recuerdo permanente a Leticia, y lo hacen con un acontecimiento feliz que tendrá lugar en Tábara los próximos 11 y 12 de mayo, con una feria que lleva su nombre.
Leticia Rosino permanecerá siempre en el corazón de los zamoranos.