Caja Rural de Zamora ha celebrado esta tarde su asamblea anual con los socios que han vuelto a respaldar a la entidad aprobando todos y cada uno de los puntos del orden del día de la que se alza como "no solo una entidad financiera, también un motor de desarrollo que aporta y colabora para el desarrollo de la provincia", según ha destacado el director general, Cipriano García.
El presidente de Caja Rural, Nicanor Santos, ha puesto en relieve la aprobación de las cuentas de 2018, año que se ha cerrado con un beneficio de 20 millones de euros, dando además gran importancia a la evolución de estos últimos 5 años con un aumento progresivo de beneficios.
Santos ha destacado algunas cifras que avalan este resultado, como el ratio del 16% de solvencia cuando el mínimo exigido por el Banco de España es del 8%, la morosidad que se sitúa en el 5,3% y que ya es menor en 2019 y un ratio de eficiencia del 45%, uno de los mejores porcentajes de todas las entidades financieras.
Por su parte, Cipriano García ha recordado el aumento de la concesión de nueva financiación a empresas y particulares hasta alcanzar los 600 millones de euros, convirtiéndose así en "referencia de motor económico y social".
García también ha resaltado la expansión de la entidad con la intensidad adecuada haciendo hincapié en que el año pasado más del 10% de las hipotecas de León fueron concedidas por Caja Rural, un 7% de las concedidas en Valladolid y un 64% de las de Zamora, previendo una proyección mayor para este año 2019.
Asimismo, en 2018 abrieron dos oficinas más a las que hay que sumar las otras dos que ya se han abierto este año, creyendo que "los mimbres que vamos poniendo van a suponer una mejora constante".
El director de Caja Rural ha concluido resaltando la convicción en su modelo "de éxito", que está acreditado por la evolución en los últimos años y siendo "competitivos con las entidades más grandes" e "implicados con la sociedad zamorana".