El denominado ‘superdomingo electoral’ ha dibujado un panorama nuevo en el ámbito municipal y autonómico de las Españas y, particularmente, en el de Castilla y León. Un paisaje que ya aventuraban las encuestas, aunque sin los dramáticos matices que han arrojado las urnas, y en el cual las palabras mágicas serán negociación, pacto, coalición, etc.
Que Ciudadanos sería la llave de gobierno en numerosas instituciones era algo que se sabía. Sin embargo, tras la cita electoral de ayer, lo que se impone ahora es la aritmética implacable de los números cosechados por cada cual. La auténtica incógnita está en determinar hacia qué lado bascularán los 13 escaños naranjas de las nuevas Cortes de Castilla y León, si hacia la izquierda victoriosa de Luis Tudanca o hacia la derecha en repliegue de Alfonso Fernández Mañueco.
Podría darse el caso, incluso, de que Francisco Igea (Ciudadanos), blindado con sus 13 valiosísimos procuradores, reclamara para sí la presidencia de la Junta de Castilla y León y forzara a los líderes rojo y azul a la subasta de a ver quién da más.
Cosas así, a lo largo de treinta años, hemos visto a manta de Dios, tú. Por ejemplo, cuando el CDS de Charo Diego, allá por 1989, con 2-3 escaños, le exigió la presidencia de la Diputación de Salamanca al PP salmantino, que era el ganador de los comicios a mucha distancia. ¿Lo quieres o lo dejas? Y el PP lo quiso así en la Diputación para no quedarse también sin el Ayuntamiento de Salamanca. Conque, iremos viendo.
En Castilla y León la victoria ha sido de los socialistas, un hito que al menos en el ámbito autonómico cabe calificar de histórico, pues para encontrar un hecho parecido habría que remontarse hasta 1983, en los albores de la autonomía, con aquella victoria inesperada (sobre todo para los suyos) de Demetrio Madrid.
Pero este triunfo podría trocarse en amarga victoria si los chicos de Igea optan por el matrimonio con Mañueco, de manera que la también histórica reculada autonómica del PP podría ser a la postre una dulce derrota.
Claro que la tendencia en PP y PSOE se veía venir. Así pues, lo más significativo está quizás en la propia formación naranja, que acariciaba cifras bastante más altas de las obtenidas, de llegar incluso a dar el ‘sorpasso’ al PP, algo que no se ha producido ni por asomo. Lo mismo ha ocurrido en el ámbito municipal. Es el caso de Salamanca capital, donde la formación naranja se ha estancado en cuatro concejales, lo cual conlleva al tiempo que el PP mantenga su mayoría absoluta en la Diputación de Salamanca.
En la izquierda más allá del PSOE el batacazo inopinado de Pablo Fernández (Podemos), que ha perdido el escaño por su provincia, León, y el de José Sarrión, al que ha sucedido otro tanto con Izquierda Unida en Valladolid, fracaso que expulsa a la formación de Cayo Lara y Julio Anguita del ámbito parlamentario.
Sabemos de buena tinta que Pablo Fernández ofreció a Sarrión la integración de ambas formaciones en una única lista para evitar la dispersión del voto, pero Sarrión rechazó la propuesta. O sea, el eterno problema de la 'izquierda desunida', añadido a la reclamación del voto útil formulada hábilmente por el PSOE durante toda la campaña.
Por contra, el caso de estudio para los manuales de política de Francisco Guarido en Zamora. Guarido ha demostrado que en unas elecciones municipales lo que importa es el candidato y no las siglas. Su estilo de gobierno en la capital zamorana, cercano, austero, de rechazo contundente a las corruptelas en la acción de gobierno, se ha traducido en la consecución de una mayoría absoluta amplísima para Izquierda Unida.
Algo similar ha ocurrido en Soria capital con el socialista Carlos Martínez, quien revalida su mayoría absoluta con un concejal más.
En lo autonómico, la Unión del Pueblo Leones se afianza en León, donde puede ser clave para formar gobierno municipal, y mantiene su procurador en las Cortes de Castilla y León, en la persona de Luis Mariano Santo Reyero.
Como novedades, la entrada de Vox en el parlamento regional con un procurador, muy lejos de los vaticinios que calculaban un grupo parlamentario de entre 8 y 10 escaños, y la de otro procurador de la formación Por Ávila, liderada por el expresidente de la Diputación abulense, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, quien se ha alzado con una abultada victoria en Ávila capital.
En definitiva, parece que hasta el día 21 de junio, fecha en la que se constituirán las Cortes de Castilla y León, no sabremos en qué quedará esta reñida partida. Tudanca, Mañueco e Igea tienen opciones de ser presidentes de la Junta de Castilla y León. ¿Cuál de ellos lo será?
En función del novio por el que se decante Igea -¿dependerá de la dote que ofrezca cada uno?- y del modelo de coalición que se decida, otro tanto sucederá en las Cortes de Castilla y León, cuya presidencia es otra incógnita asimismo hasta el 21. ¿Luis Fuentes (Cs), Ángel Ibáñez (PP), Ana Sánchez (PSOE)?
Nuevos tiempos...