Castilla y León es la cuarta comunidad autónoma con mayor absentismo, con 101,8 anuales por asalariado, según se desprende de la octava edición del Informe Adecco sobre absentismo laboral.
País Vasco (125,5), Navarra (112), Asturias (103,1) se encuentran por encima de Castilla y León en esta materia y las cuatro, de media, son las únicas que superan las 100 horas anuales de pérdida por asalariado por este motivo. En la situación opuesta, solo hay dos comunidades en las que la pérdida anual por trabajador es inferior a las 70 horas anuales: Baleares y Andalucía.
País Vasco (7,9 por ciento), Navarra (6,9 por ciento), Castilla y León, Asturias (6,3 por ciento en ambos casos) y Aragón (6,1 por ciento) son las cinco comunidades autónomas en las que más del 6 por ciento de las horas pactadas efectivas se pierden por razones de absentismo. Solo en dos regiones la proporción de horas pactadas efectivas que se pierden por absentismo es inferior al 4 por ciento: Baleares (2,6 por ciento) y Andalucía (3,9 por ciento). En Cantabria alcanza el 4,9 por ciento.
En España, el coste del absentismo laboral en España alcanzó los 85.140,42 millones de euros en 2018, lo que supone un 10 por ciento más que en 2017.
Durante 2018, un total de 735.000 asalariados no habrían acudido ningún día del año a su puesto de trabajo, que cifra supone un incremento de 52.000 personas más que en 2017. El informe muestra que la tasa de absentismo, entendida como porcentaje de horas no trabajadas (sin contar vacaciones, festivos ni horas perdidas debido a ERTEs) ha crecido hasta el 5,3 por ciento en 2018 desde el 5 por ciento registrado en 2017.
Este repunte, según Adecco, sitúa en un nuevo máximo histórico la tasa de absentismo, superando por una décima el pico anterior que se alcanzó en 2009. Teniendo en cuenta las horas no trabajadas por absentismo, del informe se desprende que esta pérdida se ha situado en 87 horas por trabajador, "la cifra más alta desde 2009".
Según ha señalado el director del Adecco Group Institute, Javier Blasco, el absentismo vuelve a ser una situación "preocupante". Así, ha señalado que se han perdido más de 100 millones de horas de trabajo cada mes y que la pérdida total de horas llegó a casi 1.350 millones de horas, 100 millones más que hace un año.
Por sectores de actividad, la industria es donde se ha registrado la tasa de absentismo más elevada (5,6 por ciento). Por detrás, le sigue el sector servicios (5,4 por ciento), mientras que, en el lado opuesto con la tasa de absentismo más reducida, se encuentra el sector de la construcción (3,6 por ciento).
Se produjeron 5,2 millones de procesos por IT
En 2018, se produjeron más de 5,2 millones de procesos de incapacidad temporal por contingencias comunes, un 12,7 por ciento más que en 2017, mientras que la población media protegida ha crecido únicamente un 3,4 por ciento, hasta los 17,3 millones de trabajadores.
Concretamente, del total de procesos de baja laboral por incapacidad temporal se desprende que casi 6 de cada 100 trabajadores no acudió a su puesto de trabajo, cifra que equivale a más de 1 millón de trabajadores.
Teniendo en cuenta el tipo de baja, el 85,5 por ciento fueron por contingencias comunes (enfermedad común o accidente no laboral). Además, si se tiene en cuenta el género, las mujeres registraron un mayor índice de bajas de más de 90 días que los hombres.
Por otro lado, según la edad, el índice de contingencia común aumenta entre los grupos de mayor edad. De hecho, al comparar los procesos de baja de trabajadores mayores de 55 años y menores de 24 años, hay una variación del 194 por ciento en el caso de los hombres y del 223,6 por ciento en el caso de las mujeres.
También el estudio apunta que la mayor parte de los procesos de bajas por contingencias comunes tuvieron una duración de hasta 15 días y representaron el 8 por ciento del total de días de baja. La totalidad de las bajas que se alargó más de 90 días solo representó el 10 por ciento del total de días.
El coste por trabajador afiliado sube
En lo que respecta al coste económico del absentismo, el informe señala que el coste por trabajador afiliado por prestaciones económicas por incapacidad temporal por contingencias comunes se incrementó un 9,19 por ciento en 2018, hasta los 433,16 euros de media por afiliado.
En 2018, el gasto de prestaciones económicas por incapacidad temporal por contingencias comunes, a cargo de las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social, ascendió a 7.498,5 millones de euros, un 12,8 por ciento más, y el coste directo de las empresas ascendió a 6.900 millones, mientras que el coste de oportunidad (en términos de producción de bienes y servicios) sumó 70.741,4 millones.
El coste total del absentismo (85.140, millones), según Adecco, tiene "graves repercusiones para los propios trabajadores, para la competitividad de las empresas, para la creación de empleo y para el sistema de protección social y el crecimiento económico.
Durante la presentación del informe, el director general de Adecco, Iker Barricat, ha presentado el nuevo centro de estudios y divulgación de Grupo Adecco, el Adecco Group Institute.
Además, Barricat ha hecho hincapié en que hay que trabajar para reducir la tasa de temporalidad. También ha asegurado que hay algunas reformas que realizar, junto a la necesidad de trabajar sobre el sistema de pensiones, pero también controlando el gasto público, aunque evitando que este se financie con subidas de impuestos y de cotizaciones sociales, porque "esto crea barreras para que las empresas sigan creando empleo".