Una semana después de asumir el bastón de mando, por segunda ocasión, el alcalde de Zamora, Francisco Guarido (Izquierda Unida) prosigue su trabajo organizado desde su cuartel general de la Casa de las Panaderas. En su despacho, varias torres de papel apiladas sobre un armario recuerdan épocas pretéritas. “Ahora ya no usamos el papel, eso es para tirar”, explica el regidor, quien reconoce que la modernización del Ayuntamiento se ha producido en los últimos años, y que la administración electrónica lo ha cambiado todo. Una modernización que quiere extender al resto de la ciudad, y en la que lleva trabajando los últimos cuatro años. Ahora, desprovisto de herencias del pasado, con las cuentas saneadas y con la libertad que da la mayoría absoluta, Francisco Guarido trabaja contrarreloj para conseguir la Zamora soñada, la misma que imaginó cuando hace dos décadas fue elegido por primera vez concejal, eso sí, en la oposición. Para cumplir ese sueño tiene, exactamente, cuatro años.
-Hemos hablado mucho del ‘efecto Guarido’, de la ‘rara avis’ que es Zamora, una ciudad envejecida, presumiblemente conservadora, que entrega su confianza mayoritariamente nada menos que a Izquierda Unida. La elección está siendo estudiada ya por los sociólogos, pero lo cierto es que los electores han decidido olvidarse de siglas, mirar a la/s persona/s y confiar una vez más y con más decisión en el equipo de Izquierda Unida para seguir transformando la ciudad en la línea de estos cuatro años.
-Lograr el 50% de los votos en una ciudad como Zamora nos indica, primero, que la confianza en nosotros es muy alta, y por lo tanto la responsabilidad también tiene que ser muy alta. Y segundo, que hay cada vez más margen de maniobra por parte del elector, y que eso de que se vota a los partidos, pongas a quien pongas, ya no es así, sino que se vota primero diferenciando elecciones, y segundo, el conjunto de nuestra lista es muy aceptada por la gente, personas que tenían experiencia, que había estado cuatro años trabajando, a la que sumamos gente nueva, gente joven, de la que sin duda tiene que salir la cantera futura para este Ayuntamiento. Así, yo creo que se ha votado otros 4 años en la misma línea, es decir, honradez, tapar muchos agujeros, y hacer las cosas de manera honesta y, sobre todo, inversiones en la calle importantes. Que se vota a otros 4 años más para que acabemos cosas es evidente.
-Tras estos cuatro años se puede decir que la máquina ya está engrasada, la deuda a cero, las sentencias pendientes resueltas y se han completado obras urgentes como el asfaltado de calles. ¿Cuáles son los planes para esta legislatura?
-Nos queda, sobre todo, lograr las grandes cosas que siempre ha querido acabar esta ciudad. Por ejemplo, dentro de unos días va a comenzar la obra del matadero, que lleva parada 10 años, con la escuela de adultos y la biblioteca pública; finalizar el proyecto del Banco de España, que ya tiene un proyecto nuevo con más dinero y entiendo que tendría que estar adjudicado después del verano y empezar la obra de manera también inmediata. Es una obra que viene de atrás, pero que también se nos ha retrasado a nosotros por mala suerte, cuando la empresa abandonó la obra. El puente de Pinilla, ahora mismo en ejecución, demandada desde hace 20 años. La liberación de la muralla, ahora con el derribo de Feria 11, y que va a buen ritmo. El conservatorio y el centro cívico, dos obras que habíamos pactado con el presidente Herrera y que tengo la absoluta confianza de que se van a llevar a efecto, de hecho el conservatorio ya tiene licitado el proyecto y el centro cívico estamos esperando que tome cartas el gobierno y continúe el compromiso que adquirió con nosotros el director general de la vivienda. Convertir todo el alumbrado a LED, que deberá estar completado en 4 años; y el proyecto del mercado, que ahora mismo está en licitación, y esperamos que a partir de 2020 comience la obra con fondos propios, puesto que no hemos conseguido fondos europeos; el del parque de bomberos, que ya tiene proyectista, y entiendo que después del verano se acabará de hacer el proyecto. Por no hablar del mantenimiento habitual de calles, los caminos rurales, con otros 500.000 euros, el arreglo de la muralla a la que se comprometió el gobierno del PSOE, al que le tomamos la palabra a la promesa que hizo a Zamora en la campaña electoral.
-En la calle se demandan obras e inversiones para la ciudad, pero también avances en el funcionamiento interno de determinados determinados del Ayuntamiento. Me refiero, especialmente, al área de Urbanismo y la concesión de licencias, al que le llueven las críticas. ¿Va a hacer algo al respecto?
-La crítica existe y además es certera. Es verdad que hay un problema a la hora de los plazos en las licencias y yo lo he dicho y lo ha admitido siempre en la campaña electoral. Tenemos que mejorar, no puede seguir otros cuatros años más así. Por lo tanto se va a cubrir la plaza de gerente de forma inmediata y se va a remodelar lo suficiente todo el departamento de la macro área de Urbanismo, Obras y Medio ambiente para que rectifique esta situación. Es una de las cosas que no hemos hecho bien durante estos cuatro años, pero lo cierto es un mal endémico que venía de antes, y que simplemente no hemos sabido empujar hacia delante que era lo que pedía. Las cosas tienen que cambiar de aquí a un año, es mi compromiso.
- Entonces, la opción de externalizar no es viable?
-No lo vamos a hacer, entre otras cosas porque aunque se empeñen otros grupos que han estado en la oposición, externalizar el otorgamiento de licencias no es legal, no hay ninguna ciudad de Castilla y León que lo haga y es una competencia que tienen que ser los funcionarios del ayuntamiento los que resuelvan, porque es un ejercicio de autoridad que sólo pueden ejercer los funcionarios públicos.
-Otro problema enquistado es la revitalización del Casco Antiguo, en el que se están perdiendo oportunidades de negocios y crecimiento del turismo. ¿Habrá nuevo plan especial en esta nueva legislatura?
-El actual es del año 2000, por lo tanto lleva 19 años en vigor. Ya es tiempo suficiente para cambiarlo, está justificada la necesidad. Es verdad que hay qué combinar los atractivos del casco histórico con una mayor edificabilidad, si no, nunca se va a construir, porque la cantidad de solares que hay ahora mismo en el casco es porque no dan resultados económicos. Habrá que plantearse aumentar edificabilidad y quizás en algunos casos incluso bajar el nivel de protección de los edificios, no históricos, ya que todos están protegidos con tal grado que eso también echa para atrás a la construcción.
-En el plano empresarial, ¿se plantean aplicar incentivos fiscales a la implantación de nuevos negocios en la ciudad?
-Nuestra capacidad para subvencionar a las empresas es muy limitado, los impuestos son los que son y el Ayuntamiento tiene poco margen de maniobra. Lo que sí estamos haciendo, y sí es una competencia municipal, y es verdad que lo hicimos por insistencia de Ciudadanos en el mandato anterior, es subir de 80.000 € que había para subvenciones en el año 2015 al doble, a 160.000 para la creación de nuevas empresas, y hemos pasado de 3.000€ por inversión y 3.000 por alquiler a 9.000€ de máximo por cada concepto.
-En definitiva, ¿cómo podemos resumir el cometido que queda por delante para estos cuatro años?
-Hacer lo que no se ha hecho en 20 años, que son esencialmente edificios de servicios públicos. Nuestro objetivo no es otro. También sería una gran oportunidad la remodelación de toda la plaza de la antigua estación de autobuses. Primero hay que hacer el parque de bomberos, y después en esa plaza debería de ir un edificio de oficinas municipales, porque ahora mismo está en el alquiler. Y más cosas. Ahí nos queda espacio para hacer una plaza pública, un aparcamiento subterráneo. En definitiva, infraestructuras. Creo que hemos dado un buen empujón al asfalto, que no se había vuelto a tocar en los últimos 10 años, y hay que continuar con la política de mantenimiento continuo de asfalto, de aceras, de zonas ajardinadas y de parques infantiles. Creo que va a quedar una ciudad más atractiva, con más servicios públicos y puesta a punto, para recuperar el tiempo perdido.
-¿Cuánto cuesta al Ayuntamiento el alquiler del edificio de oficinas municipales de la Ronda de San Torcuato?
-180.000€ anuales. La construcción del nuevo edificio costará bastante, pero el contrato de alquiler se acaba al finalizar la legislatura, y entonces, o volvemos a alquilar a largo plazo, 10 años, o apostamos por un edificio nuevo. El momento es ahora. Habrá que modificar el plan de urbanismo también para poder llevarlo a cabo, quedará un espacio, una manzana completa con mucho espacio y justo al lado de donde están ahora ubicadas.
-¿Qué hay de los servicios sociales? ¿Se ha hecho todo lo que estaba previsto?
-En servicios sociales las competencias son exclusivas de la Junta, y el Ayuntamiento lo que hace es ejecutar esas políticas pero con las subvenciones y el acuerdo Marco que tenemos con la Junta de Castilla y León. Lo que ocurre es que nosotros ponemos dinero a mayores, destinado a la ayuda a domicilio. Cuando entramos la partida era de 1 millón de euros, ahora 1,85 millones porque Zamora es una sociedad envejecida que necesita cada vez más recursos de este tipo; sin embargo, en estos 4 años la Junta ha subido la aportación 100.000 euros, que en Zamora no son suficientes. Es un poco injusto, porque los acuerdos marco establecen que el 90% lo tiene que poner la Junta y el 10% lo pone el Ayuntamiento, pero claro, si no llega qué hacemos: o engrosamos listas de espera o pone dinero al Ayuntamiento, y se ha optado por esta última opción.
-¿Hay planes para aumentar el parque de vivienda pública con los solares que son propiedad del Ayuntamiento?
-La vivienda es una competencia exclusiva también de la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento puede hacer lo que pueda hacer. Creo que ahora sí hay que poner en marcha una política de poner ese suelo a disposición del mercado o a disposición de la Junta de Castilla y León para que construya vivienda social.
-La despoblación es cada vez más grave no solo en la provincia, sino en la capital. ¿Qué le diría a aquellos que le culpan de los habitantes perdidos en los últimos cuatro años?
-Es difícil para un ayuntamiento tener el protagonismo de revertir esa situación, porque el 90% de las decisiones determinantes son de política económica global del Estado e incluso diría de Europa, desde donde tienen que poner medios para potenciar estas tierras de la periferia. Lo que tenemos que cambiar es esencialmente la política del Estado y la política de Europa, y luego desde la municipal completar con una política inversora para crear todos los puestos de trabajo posibles, con las obras que puede hacer el ayuntamiento, que son obras pequeñas que casi siempre ejecutan empresas de aquí, de Zamora o alrededores. O con iniciativas como dar utilidad a los 50.000 metros cuadrados que tiene Adif junto a la estación del tren, un suelo industrial que viene de la época de Antonio Vázquez y al que sí habría que dar una utilidad. Le tomamos la palabra también a los responsables del gobierno, que vinieron aquí diciendo que estos terrenos hay que cederlos a la ciudad.
-En el plano político, esta legislatura será presumiblemente tranquila, dado que Izquierda Unida gobernará con una holgada mayoría absoluta. ¿Le molestaría que la oposición le acusara de aplicar la ley del rodillo?
-No confundamos lo que son mayoría y minoría con rodillo. Las mayorías y las minorías son el sistema democrático de funcionamiento, no hay que llevarse las manos a la cabeza. Es decir, gana quién más votos consigue. De lo que se trata es de dar oportunidad a los grupos de la oposición de participar en decisiones importantes sobre las que todos, seguro, tienen una opinión, como puede ser el plan especial del Casco Histórico, el Plan de Urbanismo o temas de presupuesto, para que pueden aportar ideas, y lo vamos a hacer vamos. Ahora si al final hay distintos puntos de vista o hay planteamientos diferentes, a quién más votos tiene, eso siempre es así y no es la ley del rodillo.
-¿Esperan entonces una oposición constructiva y participativa?
-Yo creo que sí. Ciudadanos siempre se ha comportado de esa manera y es verdad que ese el grupo que colaboraban con nosotros porque no teníamos mayoría entre PSOE y nosotros, siempre estuvieron dispuestos a pactar los presupuestos nos venía bien a los dos. Del Partido Popular, bueno, nunca se espera otra cosa que no sea una oposición frontal, pero también el tener mayoría absoluta te da la oportunidad de ser generoso con los demás grupos y lo vamos a hacer con los tres grupos. Por supuesto también con el PSOE, porque yo nunca he renunciado a la buena colaboración con el PSOE, a pesar de que en las últimas épocas parece que había un distanciamiento sobre Izquierda Unida, yo siempre dije que habíamos funcionado bien, que habíamos hecho una buena labor entre los dos, y que los méritos y los deméritos nos corresponden de forma proporcional.
-¿Se va a jubilar Francisco Guarido a los 65 años?
-Cuando salga del Ayuntamiento, si logro sobrevivir, pues tendré 65, efectivamente la edad de jubilación y me debería de jubilar.
-¿Debería o lo hará?
-Sí, es la idea. Yo creo que está claro. Por eso hay que fomentar una cantera que vaya retomando cosas. A mí me gustaría que Izquierda Unida como tales siglas siguiera, que se presentara a las elecciones y tuviera éxitos electorales, pero todo tiene un límite, yo creo que yo debo de pasar, en una época, a un segundo plano.
-¿Hay banquillo para esa sucesión?
-Ahora mismo hay cantera, con toda la cantidad de gente joven que ha entrado en el Ayuntamiento y militantes, hay una buena organización del área de Juventud de Izquierda Unida que se ha creado, entre otros el concejal nuevo que ha entrado, Sergio López, que es el coordinador del área y de ahí debería de salir alguien para retomar el futuro. Eso es bastante lógico, pero hay que ayudarles, hay que impulsar lo hay y comprometer a la gente, y para eso estamos los mayores, para hacer esa labor. De todas formas, me planteo en términos genéricos lo que he dicho, de aquí a cuatro años.
-En estos momentos Izquierda Unida es el referente, a nivel nacional, la ‘aldea gala’, no solo en cuanto a ayuntamientos de capital de provincia, sino una ‘aldea gala’ dentro de la propia Izquierda Unida. En vista de los resultados electorales de la confluencia Unidas Podemos, ¿se plantearía Francisco Guarido dar el salto a la política nacional?
-Debe ser que yo soy a lo mejor soy muy limitado, pero yo no valgo para tener dos o tres puestos a la vez como otros. Uno, éste, me lleva una dedicación exclusiva completa, por lo tanto yo no puedo dar el salto a ningún otro puesto que no sea este porque comprometería mi trabajo en Zamora, y a mí es lo que me interesa, es mi obsesión, es el compromiso que tengo y es absoluto. Es verdad que yo estoy en una posición dentro de Izquierda Unida que es crítica con la Dirección Federal, a mí me gustaría que este tema de las confluencias que tanto ha desdibujado del proyecto de Izquierda Unida y tan poca visibilidad está dando a nuestra organización se acabará, que volviéramos a la IU que había en el año 2012-2013 y nos conformaremos con eso, y que sea nuestro partido para transformar las ciudades, para transformar España y para transformar el mundo. Es lo que lo que verdaderamente me gustaría, que se presentará con su nombre propio y sin avergonzarse de nada, que parade que nos estamos escondiendo en confluencia con otras siglas, y yo creo que la gente tiene que estar orgullosa de su proyecto, y además, creo que es un partido que todavía hoy, a pesar de la poca visibilidad nacional que tiene, es un partido con prestigio. Nuestra corriente está organizada, y hay gente en Madrid y Andalucía trabajando y que son los que deben tirar del carro. Veremos qué pasa al final, si ponemos fin a este tipo de confluencias y que nos está desgastando a nosotros. Algunos hemos pedido una asamblea extraordinaria, que se adelante y no esperemos hasta dentro de año y medio, puesto que el fracaso electoral ahora no se puede negar, tanto para Podemos como para Unidas Podemos. Y veremos, si la gente en España quiere seguir proponiendo este tipo de direcciones, pues habrá que asumirlo, porque es la Democracia, aunque no es mi posición.