Valladolid cuenta con un elemento más en su enorme bagaje histórico. A la certeza histórica de que en la ciudad convivió con cristianos y judíos una notable comunidad musulmana, se une ahora un elemento singular y único, la aparición de restos arqueológicos de la única mezquita mudéjar de la que se tiene constancia en España.
Así lo ha detallado este lunes Olatz Villanueva, arqueóloga y profesora de Historia Medieval de la Universidad de Valladolid, que participa en los trabajos de investigación y documentación de un yacimiento que ha emergido en el subsuelo del número 5 de la calle Claudio Moyano. El trabajo de una constructura para reformar el edificio y construir nuevas viviendas comenzó por la excavación arqueológica al encontrarse en una zona protegida.
"A comienzos del siglo XV, la comunidad musulmana fue obligada a agruparse en un barrio propio, lo que fue la morería; a partir de entonces, esa comunidad formada por más de 500 personas, ocupó un solar y uno de los primeros edificios que se levantó fue un complejo religioso, de sociabilidad, donde estaban tanto la sala de oración como de reunión, la casa de bodas y una casa para los pobres, todo entorno a un patio", ha explicado Villanueva.
En lo que ya se ha avanzado en la excavación que se está realizando "hemos documentado prácticamente íntegra la sala de oración y parte del patio sobre el que giraría todo", ha añadido Villanueva, que ha incidido en que por las fechas de su construcción, "esta mezquita es un hallazgo excepcional porque no conocemos ningún otro resto en la península de ninguna otra mezquita mudéjar, no hay ningún caso igual en el resto de España".
Olatz Villanueva ha profundizado que este complejo "se derribó en 1506, como consecuencia de los ordenamientos de bautismo obligatorio de 1502; y durante todo el siglo XVI se convirtió en un muladar, hasta la expulsión definitiva en 1609 de aquellos moriscos que permanecieron ese tiempo".
Los hornos
El director general de Patrimonio Cultural de la Junta, Enrique Saiz, ha participado en la visita a la excavación abierta a los medios de comunicación y ha recordado que el núcleo histórico de Valladolid es de origen medieval, "pero en el borde de esa primera ciudad medieval hay yacimientos muy interesantes, como lo que ha aparecido aquí".
"Son unos restos magníficos desde el punto de vista científico e histórico, porque se ven perfectamente los restos de la antigua mezquita del siglo XV", ha apuntado Saiz, que ha destacado también que el yacimiento ha desvelado "evidencias de numerosos hornos, porque la alfarería era la actividad principal de esta comunidad musulmana".
Futuro de los restos
"Valladolid tiene que potenciar todavía más todos sus recursos históricos y los hallazgos arqueológicos como estos, armonizar la ciudad medieval con la actual ciudad moderna y contemporánea", ha mostrado Enrique Saiz.
Saiz ha agradecido la colaboración de la empresa constructura y también de los arqueólogos de la Universidad de Valladolid que están trabajando en el análisis y documentación del yacimiento. "Vamos a ver si es posible que estos restos se puedan visitar, sería muy deseable que fueran accesibles al igual que otros puntos que reflejan la historia de la ciudad", ha deseado Saiz, que ha recalcado que todo dependerá "de la voluntad de la empresa".
Desde la empresa Pavalgán, actual propietaria del inmueble en el que está ejecutando la obra, han mostrado su "colaboración y sensibilidad ante el hallazgo de los restos arqueológicos" y han incidido en que su objetivo es "recuperar edificios históricos, principalmente del siglo XIX y comienzos del siglo XX, que están en avanzado estado de deterioro, para que tengan una nueva vida".
En el caso concreto del edificio del número 5 de la calle Claudio Moyano y la posibilidad de colaborar en un proyecto cultural que permita mantener visibles parte de los restos, desde la empresa han mostrado su "máxima colaboración", aunque no han precisado si se conservarán o no los restos de manera que se puedan visitar.
"Mantenemos nuestro objetivo de hacer doce viviendas, no se va a hacer un sótano con aparcamiento para no destruir los restos y porque suponía un gran coste", han apuntado.