Vender droga desde su vivienda en la provincia de Valladolid le sale caro
La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a un hombre de 59 años, Carlos A.A.B, a tres años y tres meses de prisión por vender droga desde su domicilio en la localidad vallisoletana de Tudela de Duero, donde se le encontraron casi 50 gramos de cocaína.
El acusado ha reconocido los hechos y ha llegado a un acuerdo con el fiscal, que inicialmente pedía seis años de cárcel y más de 19.000 euros de multa, la cual se ha reducido a 6.600 euros.
El individuo, al que ya se condenó en una ocasión por tráfico de drogas --cumplió una pena de tres años y un día de prisión--, fue arrestado por la Policía Nacional el 14 de febrero de 2019 en la denominada 'Operación Romana' y, en el registro de su domicilio, se encontraron 42 envoltorios de plástico cerrados con alambre verde con un peso bruto de 49,01 gramos (36,55 netos) que contenían cocaína con un valor estimado en el mercado de 6.420,75 euros.
Además, en la vivienda hallaron 27 "sobrecitos" de color naranja con sustancia estupefaciente, 470 euros en metálico, rollos de cable de jardinería del mismo tipo que el utilizado para cerrar los envoltorios, una romana con una pesa de 0,5 gramos, 'pósit' de distintos colores que utilizaba como envoltorio, un machete, una catana y otros efectos que el fiscal considera vinculados al tráfico de drogas.
La acusación pública argumentó, en su escrito de calificación al que tuvo acceso Europa Press en fuentes jurídicas, que el acusado se dedicaba a la venta de droga al menos desde finales del verano de 2018 desde su domicilio ubicado en Tudela.
Allí, según el relato del fiscal, acudía un gran número de personas que, tras llamar al interfono, realizar una llamada o mandar un mensaje por el teléfono móvil procedían a llamar al timbre, entraban en el inmueble, donde permanecían escasos minutos, y salían después con pequeños paquetes en la mano. En otras ocasiones directamente desde la ventana el acusado les lanzaba pequeños envoltorios que recogían.
Así, tras distintas vigilancias realizadas por la Policía Nacional durante los últimos meses de 2018 y primeros de este año, se constató que contactaban con el acusado distintas personas, muchas de ellas repetidas a lo largo de ese tiempo, tanto en el domicilio o fuera del mismo, en vehículos, pero siempre con un contacto con una duración muy corta de tiempo. En ocasiones también se realizaban estos contactos de vehículo a vehículo, algo que se pudo observar con estas vigilancias.
Tras tener constancia de los hechos y con la preceptiva orden judicial, el 14 de febrero de 2019 se entró en la vivienda del individuo, donde se encontraron las sustancias y objetos intervenidos.