En Castilla y León permanecen activos cuatro incendios forestales en las provincias de Ávila y Segovia, y otros cinco, localizados en Ávila, Salamanca y Zamora, están controlados gracias a los trabajos realizados por los medios de extinción, según ha informado la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.
La provincia de Ávila es una de las más afectadas. Actualmente, existen tres incendios activos en las localidades de Guisando, La Adrada y Burgohondo. Mientras en Hoyos del Espino, Arenas de San Pedro y Navarredonda de Gredos los incendios producidos ya están controlados por los medios de extinción. En todos ellos se desconocen aún las causas del origen del fuego.
En el incendio de Guisando está trabajando un agente medioambiental y forestal, y en La Adrada los medios de extinción desplazados son dos agentes medioambientales, un helicóptero de Piedralaves, una cuadrilla especialista (ELIF), una cuadrilla de tierra y dos autobombas.
En la provincia burgalesa, se encuentra controlado el incendio en Montaña (Miranda de Ebro) en el que se han devastado 10,83 hectáreas de terreno agrícola. En la labor de extinción trabajan dos agentes forestales, un helicóptero de la base de Medina de Pomar, una ELIF y una cuadrilla de tierra.
El incendio originado en Calzada de los Molinos (Palencia) está extinguido y la extensión del terreno afectada es de 0,58 hectáreas de cultivos de cereal.
En Salamanca, el fuego de Pinedas está, a estas horas, controlado, aunque siguen trabajado tres agentes medioambientales, cuatro autobombas, tres cuadrillas de tierra y una nocturna.
En Segovia, tres de los cuatro incendios originados (Hontalbilla, Fresno de la Fuente, Navares de las Cuevas), sin causa conocida, están ya extinguidos. Sin embargo, en Lastras de Cuéllar el origen del fuego es accidental por labores en el monte y se encuentra activo. Los medios desplazados que tratan de controlar el fuego son un agente forestal, dos autobombas y dos dotaciones de bomberos municipales.
Y en Toro (Zamora) el fuego se originó por labores de trabajos forestales y, actualmente, está controlado, aunque se desconoce cuál es la superficie afectada.