El Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Burgos ha realizado el pasado fin de semana en la provincia un total de 913 pruebas de alcoholemia, de las cuales 7 fueron positivas y se saldaron con denuncias administrativas, no contabilizándose ningún delito contra la Seguridad Vial.
Durante el mismo periodo de tiempo, 13 conductores han realizado la prueba de drogas y estupefacientes, de los cuales tres casos han sido positivos, por los que se tramitaron los correspondientes boletines de denuncia por infracción al Reglamento General de Circulación. Todas las pruebas fueron realizadas en controles dispuestos en orden a la prevención de la seguridad vial.
La Guardia Civil recuerda que la ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.
Estas conductas al volante pueden conllevar administrativamente hasta 1.000 euros de sanción y penalmente podrán ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.