El integrante del equipo de apoyo psicológico del 112, Ángel Casado, que ha formado parte del equipo que ha participado en la atención a los familiares de las cuatro víctimas mortales por accidente de tráfico en Galisancho, ha señalado que un hecho de esta magnitud "golpea muy fuerte en los cimientos del pueblo", concretamente de Alba de Tormes (Salamanca), del que eran naturales los cuatro jóvenes.

"Desde el primer momento ha sido muy duro", ha reconocido el profesional sobre los servicios prestados en la localidad salmantina, pues "si cualquier muerte es dura" en este caso se juntan cuatro y de "chicos jóvenes" de una misma generación.

En estos casos, ha explicado que hay un protocolo que comienza con la organización del entorno para su posterior intervención psicológica, una fase a la que sigue otra de contactar con los familiares para "canalizar la situación".

Después se mantiene el trabajo y se está preparado para "reaccionar" ante situaciones anímicas que se pueden "desbordar" y que precisan de una actuación inmediata, ha explicado Ángel Casado en Alba de Tormes.

Sobre la intervención en la localidad salmantina, ha señalado que en la primera jornada del domingo estuvieron presentes tres psicólogos, y este lunes han acompañado a los familiares también tres psicólogos, acompañados en ambos días por otros profesionales de distintos ámbitos.

Finalmente, ha remarcado la importancia también del apoyo social y familiar a los más allegados a las víctimas, junto a un tratamiento de la información que se ofrece acorde a la situación.