La Guardia Civil, en la denominada operación PRAEDOVA, ha detenido a dos históricos atracadores de nacionalidad española, P.M.A y M.F.A, de 60 y 64 años de edad respectivamente, en el mismo momento de intentar perpetrar su último plan. Los hechos tuvieron lugar en el municipio riojano de El Villar de Arnedo el pasado 8 de julio, cuando a primera hora de la mañana, recién abierta una sucursal bancaria, estas dos personas se dirigían a la misma con la intención de atracarla, ocultando su identidad bajo pelucas, gafas, pasamontañas y guantes, todo ello estando sometidos a una estrecha y discreta vigilancia por parte de los agentes encargados de esta investigación.
A escasos metros de la sucursal, con el fin de evitar un evidente y real peligro para la vida e integridad personal de empleados y clientes que pudieran encontrarse en el interior de la entidad, se procedió a la detención de M.F.A y de P.M.A en el mismo instante en que se disponían a acceder a la misma, para lo que se contó con la participación fundamental de la Unidad Especial de Intervención (U.E.I) de la Guardia Civil. En el momento de la detención, uno de los detenidos portaba un arma corta del calibre 9mm. Inicio de la investigación La investigación se inicia tras el estudio llevado a cabo por las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de las Comandancias de Valladolid y Zamora, así como de la Sección de Delincuencia Organizada de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, esta última en su cometido de apoyar y coordinar aquellas investigaciones relativas a delitos contra el patrimonio, cometidos bien por organizaciones o grupos criminales, que por la profesionalidad de los mismos, por la gravedad de sus actuaciones o bien por la alarma social producida como consecuencia de la violencia empleada en las acciones delictivas cometidas, precisasen de la implicación de los miembros de este grupo de investigación. Fruto de este análisis, los agentes pudieron corroborar la vinculación de dos conocidos delincuentes en la ejecución de tres atracos en entidades bancarias, todos perpetrados con violencia e intimidación y mediante el uso de aparentemente siempre la misma arma de fuego.
Estos atracos se perpetraron en las provincias de Navarra, Zamora y Valladolid, en los pasados meses de febrero, marzo y mayo, respectivamente, habiendo generado una gran alarma social por la peligrosidad y contundencia de su ejecución. En concreto, en Zamora se produjo en la localidad de Corrales del Vino.
De esta manera se obtuvieron una serie de elementos indiciarios, que situaron a estas dos personas en distintos escenarios de los hechos descritos, además de ser el modus operandi de todos los atracos muy significativo para los agentes, que ya detuvieron a una de estas personas en el año 2010 por hechos similares. Ya centrados en estas personas como objetivos prioritarios, según se fue avanzando en la investigación los agentes pudieron corroborar los movimientos llevados a cabo por los investigados para planificar posibles atracos, consistiendo primeramente en realizar rutinas como el estudio de rutas por pequeñas localidades con sus propios vehículos, con el fin de seleccionar posibles sucursales bancarias a asaltar, analizando las medidas de seguridad con que cuentan las mismas, así como horarios de apertura y cierre, vías de huida, itinerarios, etc. Una vez seleccionada la entidad, volvían días después para acceder a la misma, trasladándose para ello en vehículos de su propiedad, pero en esta ocasión, cambiando las placas de matrícula por unas sustraídas en las inmediaciones del municipio, evitando así una posible relación con los hechos. Ya en la puerta de la sucursal y caracterizado con peluca, gafas, guantes y demás elementos que dificultasen su identificación, accedía uno de ellos al interior, amenazando a continuación a empleados y clientes con un arma corta y facilitando el acceso al otro componente.
Una vez dentro, primeramente intentaban actuar sobre la caja fuerte de la sucursal, y si no era posible, se conformaban con la caja de atención al público. Una característica común en sus “golpes” era el quedarse con el DNI de los clientes, para tenerles identificados y amenazarles en el caso de que avisasen a las fuerzas de seguridad. Esta operación ha sido llevada a cabo por la Sección de Delincuencia Organizada de la Unidad Central Operativa ( UCO) de la Guardia Civil, junto con las Unidades Orgánicas de Policía Judicial de las Comandancias de Valladolid y Zamora, así como con distintas Unidades territoriales de la Zona de la Guardia Civil de La Rioja. La investigación ha sido dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Valladolid, el cual ha decretado prisión sin fianza para los dos detenidos.