Arqueólogos han recogido, con ayuda de una escala de los bomberos, restos de la piedra de los verracos de la muralla para conocer el origen de la piedra con la que esculpieron estas figuras zoomorfas.

El arqueólogo y profesor del Departamento de Historia y Arqueología de la Universidad Autónoma de Madrid, Gregorio Manglano, ha explicado a los periodistas que la mayoría de los verracos carecen de contexto, "por lo que es necesario investigar de dónde han salido desde el punto de vista geográfico".

Por eso han tomado una pequeña muestra de la piedra, que "se contrasta con canteras de las que se supone procede la piedra", en "un proceso al que se une a otra serie de patrones estilísticos y de manufactura".

Según Manglano, en Ávila, se han analizado varios verracos cuya procedencia se sitúa en las canteras de alrededor de la ciudad, de modo que ahora se estudiará los asociados a la muralla, para conocer su origen.

El granito empleado para esculpir estas figuras zoomorfas podía proceder de canteras situadas en Cardeñosa o Mingorría, cerca de la capital abulense, según ha señalado la arqueóloga municipal, Rosa Ruiz.

Según ha dicho, "una parte importante de los verracos que se encuentran en Ávila proceden de esas canteras, lo que demuestra que había industrias asociadas", por lo que ahora quieren "saber si los de cronología romana, incrustados en la muralla, tienen origen en la ciudad o en canteras de alrededor".

Las muestras se han tomado muestras de los verracos situados en el cubo de la mula, en el palacio de los Verdugo y en el lienzo este de la muralla, ha señalado el teniente de alcalde de Urbanismo, Patrimonio y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Ávila, Juan Carlos Corbacho.

Para ello, se ha contado con la colaboración de la Policía Local y del Servicio Municipal de Bomberos, que ha desplegado una escala con la que se ha accedido a elementos como el verraco incrustado en el cubo de la mula, que se encuentra en el vértice de los lienzos norte y este de la muralla.