Tremendo susto por un olvido muy habitual. Agentes de la Unidad de Barrio (UBARRIO) de la Policía Local de León ha localizado a la propietaria de un establecimiento que se había olvidado las llaves puestas en la cerradura.

La dueña finalizó su jornada laboral y al cerrar su local se dejó las llaves en la puerta, fruto de un descuido ocasional. Los agentes accedieron al establecimiento junto a su propietaria para inspeccionar el lugar.

Tras registrar el local, la titular no echó nada en falta. Finalmente, todo quedó en un susto.