Mi “jefe” Santos no pudo acudir a este festejo y me nombró “enviada especial” a la tierra de mi familia materna. Qué alegría. Me acompañaron mi esposo y mi hija, y la verdad es que pasamos una tarde de ensueño porque disfrutamos con mis tíos Isabel y Paco y mis primos María y su esposo Juan Carlos, además del otro disfrute: el taurino.

Vaya tarde hermosa de toreo y vaya novillos que echó la familia Capea. Los Murube funcionan en rejones y a pie, vaya si funcionan. Y dos charros hasta la médula como Domingo López-Chaves y Perico Capea, se entregaron a fondo ante las embestidas suaves y bravas de unos novillos aplaudidos todos en el arrastre.

Hasta se pidió el indulto para el segundo del torero de Ledesma y el presidente, cumpliendo el Reglamento, lo impidió. Domingo se enfadó y no lo mató y el eral subió al camión camino de la finca, aunque creo que fue sacrificado.

Al parecer en Castilla y León no se puede indultar en un festival que no haya picadores. Pero yo creo que, si es un novillo bravo, encastado y ha cumplido, debería ser indultado. Pero en fin…

Lo cierto es que los dos toreros salmantinos hicieron disfrutar a un público que no cesó de aplaudir durante toda la lidia. La plaza se llenó en toda la sombra y parte del sol, aunque, a decir verdad, había más gente en la portátil que en el pueblo.

Comentar que actuó de sobresaliente el novillero cordobés Rafael Reyes, al que saludamos recientemente en la presentación de los carteles de Pedrajas de San Esteban, allí está anunciado el 1 de septiembre para matar una novillada de El Raso de Portillo. Reyes pudo lancear a uno de los novillos.

La visita a Cantalpino, el pueblo de mi madre y de mi abuela, me devolvieron a mi infancia y disfrutamos en compañía de mi familia. Saludamos a nuestros amigos Gonzalo Santonja y su esposa María Antonia, que allá donde torea Perico, o se lidian toros de la familia Capea allí están presentes.

Espero que disfruten con la amplia galería fotográfica que hicimos en esta hermosa tarde de toreo.