Las fiestas de Vilvestre regresan a ese halo tradicional que siempre las envolvían. Son los Quintos -aunque ahora ya no haya Servicio Militar obligatorio- quienes se convierten en protagonistas en el inicio festivo. Es el baile de 'La Rosca' -pero una rosca de quintos no de boda, grande, hermosa y confeccionada con miel y almendras, estamos en Los Arribes, o mejor en La Ribera, es decir, el viejo Reino de León-. Es la danza tocada por Afro Hernández, el tamborilero de Vilvestre aunque nació en Mieza, y el ritmo de las castañuelas de Diego Vacas. Son los cuatro jóvenes/quintos, y las cuatro mozas/quintas que bailan y cómo lo hacen ellos. Es la fiesta del pueblo, es la fiesta de antaño y que ahora la recupera el pueblo como seña de identidad. Por ello, casi la totalidad del pueblo se dio cita en la plaza del Ayuntamiento para asistir a este momento que marca la identidad local. Y, al final, tras bailar padres y madres, llega el momento de la sangría fresca, de los 'chochos' -porque no hay fiesta que se precie sin altramuces- y las obleas. Es la convivencia y la hermandad de la comunidad. Es, sin más, la fiesta.

Ya por la noche llegó el jolgorio. Las peñas de Vilvestre, siempre con diversión y alegría, abren las Fiestas del Toro, como es costumbre, con su desfile que logra concentrar a la mayoría de los vecinos. Eso sí, unos para mirar y otros para participar, pero ambos para divertirse. Además, este año con cambio de escenario, en la plaza de toros portátil, donde el espacio es mayor, la visibilidad perfecta y se suma la comodidad de los tendidos.

Un desfile, con las 23 peñas locales, que continuó con el pregón a cargo de Tomás Notario Vacas, conocido en el pueblo como 'Tomasito', hombre de una vida plena como ingeniero industrial, pero no agena a la actividad política como alcalde de Lugo, de Vilvestre, procurador a Cortes tras la muerte de Franco, un hombre que ha hecho mucho por su pueblo y que en esta jornada de inicio festivo, cumplía 93 años, demostrando una lucidez sobresaliente, que habló de Vilvestre y sus vivencias. También de sus hitos por el pueblo y pidió unión y mantener la tradición. Después, el alcalde, Juan Ángel Gorjón -que se estrenaba en el cargo como primer edil-, pidió "unidad de todos los vecinos para luchar por un Vilvestre mejor", además, felicitó las fiestas a vecinos y forasteros. En este aspecto oficial, destacar que el pregonero, Tomás Notario Vacas, regaló a cada peña un jamón, como también a los quintos y a la Residencia de la Tercera Edad. Además, pagará la merienda de los mayores del pueblo.

Pero las fiestas siguen su caminar con una inusitada animación marcada por las peñas locales, como también por los muchos visitantes que en estos días de verano no quieren perderse el reencuentro con las raíces. Si primero fue la tradición con los quintos -aunque ahora ya no se hace la mili- con el baile de 'La Rosca' y el desfile de peñas, ahora tocan los encierros y las novilladas con las capeas, donde la emoción siempre juega con el aficionado.

REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCÃO