Lumbrales inicia este sábado su ciclo de festejos populares taurinos, con el primer encierro, rápido y limpio y muy animado y, por qué no decirlo, de calor asfixiante. Es la vida festiva de la capital del Abadengo que, cada día, atrae a mayor número de visitantes.
Las fiestas de Lumbrales se han convertido en referente en la comarca de Vitigudino, en cuanto que son unas de las más concurridas, sobre todo para participar en los festejos taurinos populares. Tal ocurrió en la mañana de este sábado, con el encierro a caballo, donde toda una multitud tomó las plazas y calles de la villa. Bares, terrazas y restaurantes se encontraban con el ‘no hay billetes’. ¡Qué penas las noches! Asunto en el que el alcalde, Carlos Pedraz y su equipo de Gobierno, desean modificar para años venidores. "Queremos convertir a Lumbrales, durante estas fechas anuales, en la capital festiva de la comarca, con animación en las calles durante las 24 horas". Y, en ello, cuentan y mucho las verbenas.
El encierro, con novillos de El Collado, fue muy bonito a pesar de la rapidez del ganado, que venía algo roto, con dos erales adelantados a toda carrera y dos más rezagados pero dentro del grupo de mansos . Con buenas carreras por parte de los mozos y, sobre todo, el estupendo trabajo de los caballistas. Maestría, estética, belleza… un gozo ver a los caballos llevar conjuntados y al paso a los mansos.
REPORTAJE GRÁFICO LUIS FALCÃO