Valladolid se ha revolucionado este martes con la presencia de unos pájaros muy peculiares. De barro, ubicados en diferentes puntos de las calles de la capital del Pisuerga, han sorprendido a todos los que se han encontrado con las 1.025 piezas repartidas a lo largo y ancho de la ciudad.
Sin mensaje que acompañe a las figuras, solo un número y después otra cifra, el 1.025 con una barra que separa ambos códigos, se han podido encontrar en zonas históricas como la estatua de Rosa Chacel, el Campo Grande, la Plaza de la Universidad, o el Paseo del Cauce o Filipinos. No parece existir un patrón definido a la hora de distribuir estas misteriosas piezas.
El enigma no ha tardado en ser compartido por las redes sociales donde los vecinos se han preguntado de dónde venían estos peculiares pájaros con fotografías que han circulado por Twitter con el hastag: #vallapajaros.
Se desconoce hasta el momento quién está detrás del misterio.
Les dejamos algunos tuits: