La consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, ha advertido de que la previsión del gasto real del Servicio Público de Salud a finales de año se va a elevar en torno a 830 millones de euros por el desfase entre la previsión del gasto real y presupuestado, así como la deuda de años anteriores.
Casado, durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad de las Cortes para explicar su proyecto de legislatura, ha advertido de que, "presupuestariamente", la situación deja escaso margen de actuación, y por ello ha adelantado que preferencialmente en algunos apartados se llevarán a cabo políticas de "eficiencia interna".
La consejera ha recordado que el presupuesto asignado a la sanidad pública de Castilla y León asciende a casi 3.600 millones (3.500 para la Gerencia y 93 correspondientes a la Consejería) y con más de un tercio de los recursos destinados al servicio sanitario público en sus diferentes versiones.
Sin embargo, ha asegurado que este esfuerzo presupuestario "resulta claramente insuficiente" para garantizar el modelo sanitario público que se quiere para los ciudadanos, hasta el punto de que a finales de este año el desfase previsto estará en torno a los 830 millones de euros, "un quinto del presupuesto total".
Casado ha apuntado como causas de este desfase a la concurrencia de diferentes factores como la prórroga presupuestaria, el aumento de los gastos por obligaciones de contratos y los incrementos salariales.
Además, ha señalado como causas de la situación la falta de Presupuestos Generales del Estado, que ha impedido aumentar los ingresos, el reconocimiento de los compromisos retributivos por pagos aplazados del complemento de atención continuada correspondiente al ejercicio 2009, así como la carrera profesional y el incremento retributivo de todos los empleados públicos, que supone un aumento de cuotas a la Seguridad Social, además de los pagos de mantención y pago de sustituciones.
En esta línea, ha explicado que a pesar de que el presupuesto que se destina a la Sanidad "no es pequeño", la situación de partida de la Consejería para afrontar los "retos" del sistema comienza con una "desventaja" de la situación esperada inicialmente que se cuantifica en 830 millones.
Verónica Casado ha asegurado que van a "pugnar" por una financiación adecuada que permita actualizar y reorganizar los servicios y prestaciones del sistema para poder mejorar las políticas de prevención de la enfermedad, promoción de la salud, así como la atención a la ciudadanía.
La consejera ha reconocido que el sistema español es "puntero", tiene tecnologías y resolutivo, pero todo eso tiene un "coste importante" y ha señalado que en Castilla y León se destinan por habitante 1.500 euros, más que los 1.300 a nivel nacional, pero los sistemas similares en Europa tienen un gasto de 3.500 o 4.000 euros, "tres o cuatro veces más".
Por ello ha insistido en una financiación mayor y que a nivel autonómico se tengan en cuenta las características "especiales" de la Comunidad, de las cuales ha asegurado que son "conscientes".
Pide apoyo al PSOE
En este sentido, ha señalado la necesidad de que todos "remen" en la misma dirección para conseguir un sistema de financiación "justo y equitativo" que permita poner en marcha nuevas medidas y programas que mejoren la salud de los ciudadanos.
Casado ha "tendido la mano" especialmente al PSOE, puesto que ahora ocupa el Gobierno de la nación, y ha apelado a su "responsabilidad y lealtad" ante la ciudadanía para inste al Ejecutivo central, en cuanto se conforme y si finalmente es de su partido, a "elaborar un nuevo techo de gasto y mayor capacidad de maniobra para mejorar la atención sanitaria".