La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de Castilla y León, Isabel Blanco, ha afirmado que los protocolos de atención a menores víctimas de malos tratos tendrán rango de decreto para su obligado cumplimiento y evitar casos como el de la niña de cuatro años Sara, maltratada, violada y asesinada en Valladolid en agosto de 2017.
Así lo ha asegurado la consejera durante su intervención para presentar las líneas de trabajo de su departamento en las Cortes, donde ha explicado que esta revisión se llevará a cabo en coordinación con la Consejería de Sanidad y con los profesionales.
En concreto, Blanco ha indicado que se revisarán estos protocolos con el objetivo de que ningún niño con lesiones que puedan indicar malos tratos pueda ser dado de alta hospitalaria sin que previamente se haya evaluado el riesgo de su entorno familiar.
"No puede volver a producirse lo que pasó con Sara", ha señalado la consejera, quien ha insistido en que se trata de que no se escape ninguna situación de este tipo, aunque ha recordado que cuando ocurrió el caso de Sara ya se revisaron inicialmente los protocolos.
"Es indispensable, fundamental", ha añadido Isabel Blanco, quien ha apuntado que en ese caso se demostró que las administraciones habían actuado de forma correcta, pero cuando hay una víctima no se pueden quedar ahí porque "el objetivo es que no exista una víctima".
"Que por lo menos por nuestra parte pongamos todas las medidas y medios para que no vuelva a pasar", ha aseverado la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades.