Clausurada por graves problemas de seguridad la piscina climatizada de Villares
Villares de la Reina estará un tiempo sin piscina climatizada. Aún no se sabe cuanto, pero los responsables municipales apuntan, como mínimo, hasta 2020. Así lo ha hecho saber el alcalde, Ventura Recio, que ha visitado este sábado las instalaciones junto a los concejales Miryam Tobal y Fernando Martínez Valvey. Las piscinas llevan cerradas desde mayo.
“En principio nos dijeron que eran unas pequeñas humedades”, ha revelado el primer edil. Sin embargo, tras haber contratado a un ingeniero para hiciera un estudio de la situación, han descubierto que el tema es mucho más grave de lo que pensaban. “Esta situación puede afectar a la seguridad, y lo que prima para nosotros es la seguridad de los vecinos de Villares”, ha valorado. Por lo tanto, piscina cerrada.
A partir de ahora, el Ayuntamiento se afana en licitar la obra para solucionar los graves problamas que presenta la instalación y poder reabrir la piscina. El proyecto estará terminado la semana que viene, aunque no se pueden poner plazos de apertura. Cierto es que hay fondos propios en el consistorio para afrontar el pago, pero será mucho más cuantiosa de lo que se creía en un principio ya que se trata de un contrato de obra mayor.
Los vecinos, por tanto, no podrán acceder a los cursos que solían realizar en la instalación, que tiene unos 900 usuarios por temporada. Tampoco se podrá utilizar el gimnasio, puesto que la instalación está clausurad por completo por seguridad. De este modo, los responsable municipales prevén trasladar los cursos al polideportivo contiguo a excepción, por razones obvias, de los de natación.
El alcalde y los concejales se han adentrado en el interior de la instalación en compañía de los periodistas y la situación es dantesca. El agua ha corrido por las paredes del edificio sin ningún control porque está sin impermeabilizar. Un defecto de obra llamativo cuando de lo que se tras es una piscina. La playa que rodea el vaso carece de pendiente y el agua que sale de la piscina se queda empapando el suelo.
El agua se ha filtrado y ha provocado muchos problemas en el sótano. El más grave, el óxido que ha invadido hasta siete pilares que sustentan el edificio y que deberían haber sido de hormigón, según recoge el proyecto de obra. La empresa adjudicataria del trabajo es una entidad vallisoletana que ya ha quebrado. Ahora habrá que cambiar los pilares y revestir con nuevos materiales las paredes, amén de reconstruir la playa para que tenga pendiente.
Otro problema, aprecian los responsables del equipo de Gobierno, es la falta de vigilancia en el cuidad de la instalación por parte de la empresa adjudicataria de la explotación de este servicio. Sin embargo, nada podrán hacer contra ellos porque llegaron a un acuerdo para abrir las piscinas exteriores, también gestionadas por ellos, para que no hubiera denuncias posteriores. La relación con esa empresa extingue este 8 de septiembre y, a partir de ahora, el Ayuntamiento volverá a sacar a licitación la explotación de las piscinas, tanto exteriores como la climatizada cuando está terminada la obra.