Carbajales de Alba contaba esta tarde los segundos para que se produjera la suelta de astados en el Corral de la Cañada, un acto que daría el pistoletazo de salida a tres horas largas de espantos en la era con la participación y presencia de alrededor de 10.000 personas y 4.000 vehículos, este año además más multitudinario si cabe al celebrarse en domingo y hacer un día veraniego espectacular.
Puntuales, los cuatro toros bravos y los seis bueyes pisaron los campos carbajalinos para ser guiados por los caballistas hasta la era. Una vez allí los toros comenzaron a separase, si bien en esta ocasión una gran organización hizo que los astados no se fueran demasiado lejos.
El espanto se ha desarrollado con total normalidad y sin incidentes reseñables, con los animales de la ganadería de José Luis Mayoral dando la talla y ofreciendo mucho juego y vistosidad, aunque en algunos momentos los toros buscaban sombra para descansar, pero sin que ello distrajese del disfrute de los cientos de aficionados a esta actividad tradicional con siglos a su espalda dentro de las fiestas en honor a la Virgen de los Árboles.
Por su parte, una organización impecable para que todo saliera según lo previsto, evitar sustos, aunque alguno ha habido, y conservar la esencia de este festejo taurino que congrega a cientos de visitantes llegado s de toda la provincia.
Ya cayendo el sol, los toros han sido devueltos a los corrales, dos de ellos entrando con los bueyes con tranquilidad y dejando atrás una tarde magnífica de diversión y tradición.
Pero los espantos no han acabado, pues tras los encierros urbanos preparados para los próximos días, el próximo martes el segundo espanto cerrará unas fiestas intensas que han durado 10 días.
Tal es la antigüedad y el interés que suscitan estos espantos que el actual equipo de Gobierno tiene como meta conseguir que sean declarados como Espectáculo Taurino Tradicional, algo en lo que comenzarán a trabajar en próximas fechas.