La disolución o solución es la mezcla homogénea resultante tras disolver cualquier sustancia en un líquido. En una disolución, es posible distinguir entre el soluto (la sustancia que se disuelve en la mezcla y que suele aparecer en menor cantidad) y el disolvente o solvente (la sustancia donde se disuelve el soluto).
Esa es la impresión que comenzamos a vislumbrar en el acontecer político parlamentario castellano y leonés. En el maremagno de siglas que pueblan los mullidos sillones del hemiciclo -siete, nada menos- dos, al menos, parecen que son una misma. Todo semeja a la disolución o mezcla de una sustancia, la naranja, en un líquido -el eter azul gaviota-, en el que podemos distinguir, por su ubicación, el soluto -la sustancia que se disuelve en la mezcla y el disolvente o solvente -el líquido donde se disuelve, también por su ubicación-. Todo lo demás, a tenor del acontecer plenario, simula la misma sustancia en la zona central derecha del plenario.
En esta jornada de miércoles, segunda de pleno, a pesar de los pesares y muy en la línea del líder nacional, Albert Rivera, su formación va bien agarradita de la mano de las huestes del presidente Fernández Mañueco. Se aplauden mutuamente, jalean en comunidad los dardos que lanzan sus señorías contra el oponente, sienten sintonía en las propuestas y, además, de todo lo visto, hecho, dicho y acordado en el vídeo del tiempo, ha quedado diluido en la cinta magnetoscópica que se diluye con el tiempo. Tal fue así que Ciudadanos decidió desmarcarse y no apoyar ahora la proposición de Ley de Igualdad Social de la Diversidad Sexual y de Género presentada por los colectivos LGTB+ consensuada con otras formaciones, que sí apoyó la anterior legislatura pero que ahora aboga por mejorar y ha garantizado apoyo del PP para aprobar esta norma en los próximos cuatro años. Así lo expresó la portavoz de Ciudadanos en las Cortes, Carlota Amigo, poco después de que los colectivos LGTB+ de la Comunidad registraran la proposición de ley en el Parlamento autonómico con el apoyo de PSOE y todo el Grupo Mixto salvo Vox -esto último es obvio-.
Craso error si Ciudadanos no marca su territorio. Difícil de entender por el electorado si los pupilos de Paco Igea no se desmarcan y emergen como partido distinto, altivo y único. Las percepciones, señorías, son las que son y esas sensaciones no pueden ocultarse tras la pantalla del Gobierno regional conjunto, porque están a vista de águila de todo aquel que se siente en las alturas del hemiciclo. Bien decía el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, en una entrevista con un medio nacional que cada día que pasa se da "más cuenta" de que tenía razón su partido de obligarlo a pactar con el PP. Esa es su percepción. Esa es la mezcla de la que no sabemos qué pensarán sus afiliados, pero saliendo a la calle y preguntando, mucho nos tememos que el buen orador y político que consideramos sensato, que es Igea, se tope de bruces con la realidad de la calle. Todo lo que se mezla en política, aunque quede como soluto en un inicio, suele terminar en disolución... Y muchos militantes y simpatizantes de Cs bien saben a qué nos referimos.
También hubo espacio y tiempo para el feminismo, el de las 'feministas' y el de 'las otras', resumiendo. El feminismo del que hacen gala Virginia Barcones del PSOE y Laura Domínguez de Podemos -de una parte- y el 'otro' de la zamorana Leticia García Sánchez del PP y Ana Carlota Amigo de Cs, ambas amparadas también por el 'negacionismo' de Vox, que no llegaron a acuerdo alguno -sus posicones están en las antípodas, se mire como se mire- sobre una Proposición No de Ley (PNL) del PSOE para impulsar cambios normativos que aseguren una composición paritaria en el Gobierno de la Junta de Castilla y León. Donde, por cierto, también entró el mantra sacado a colación la tarde anterior por el presidente de la Junta de que las tres consejeras, de 11 consejeros/as, gestionan el 80% del presupuesto de la Junta. PP, Cs y Vox también fueron de la mano en el voto contrario.
Finalmente, en cuanto a las cuestiones de la tribuna de oradores, estuvo también de actualidad la negativa de los grupos parlamentarios de PP y Cs a una Proposición No de Ley (PNL) defendida por el PSOE en boca de Jesús Guerrero, con el fin de aprobar una Ley que garantice la gratuidad de los libros de texto para las enseñanzas obligatorias de forma general, ya que ambos grupos han abogado por una instauración progresiva con arreglo a los ingresos familiares. Y en estas cuestiones de educación, también de por medio el mantra del 'sanchismo' y del 'postureo' de Sánchez en boca de Marta Sanz Martín de Cs, y de la salmantina popular Sánchez Bellota con la 'financiación'. Este asunto de financiar las CCAA y las corporaciones locales ya viene de lejos. Ni PP en sus muchos años de Gobierno ni PSOE en otros tantos han querido nunca meter mano, de una vez, a este escabroso asunto. Y todo porque unos y otros han dependido, siempre, de las fuerzas nacionalisas para gobernar en Madrid. Por tanto, no se comprende este mantra de la financiación cuando es problema de los sucesivos gobiernos nacionales.
Mucho nos tememos que esto no ha hecho más que empezar. Y son cuatro años. Eso sí, de por medio, y a día de hoy, tenemos unas elecciones generales a la vista -si Sánchez e Iglesias no ponen de su parte para impedirlo- que, a buen seguro, harán cambiar y mucho el planteamiento político futuro de algunas formaciones si las urnas se acercan a los pronósticos de las encuestas. Entonces se verá si es mezcla, disolución o, quién sabe, ósmosis, ay!