Tras apenas dos meses y medio desde sus incorporación a la comisaría de Policía Local de Béjar, dos jóvenes en prácticas han vivido un experiencia de las que marca. De las que forjan como agente de Policía. Como servidor público. A buen seguro, su experimentado compañero de patrulla puede dar buena fe de ello. Los tres salvaron una vida el pasado domingo en Béjar.
Según la secuencia de acontecimientos relatada a NOCTICIASCYL SALAMANCA por Juan Carlos, uno de los agentes de prácticas, todo se originó, desde su punto de vista, mientras regresaban en el coche patrulla de ayudar a una persona mayor a levantarse. Sí, la Policía está para estas cosas. También. Una llamada urgente del Servicio de Emergencias 112 de Castilla y León alertó sobre una situación de extremo riesgo en plena ciudad textil.
Un hombre se estaba atragantando en la céntrica Travesía de la Cruz y no podía respirar. “Nuestro compañero veterano, que controla perfectamente la ciudad, iba al volante y condujo rápidamente hasta el lugar”, explica Juan Carlos. “Por el camino fuimos repartiendo las tareas que debíamos realizar cada uno al llegar”. La planificación es esencial en una situación como esta, aunque también el instinto es determinante. El vehículo está equipado con un desfibrilador y estaban preparados para utilizarlo en caso de encontrase al hombre en parada cardiorespiratoria.
Al llegar, un tumulto de 20 o 30 personas, según sus cálculos, rodeaban a la víctima. “Lo encontramos con las manos en el cuello. No respiraba. Se estaba poniendo azul”, describe. “Hice todo lo aprendido en la academia de Ávila”. Juan Carlos le aplicaba la maniobra de Heimlich, pero el hombre no conseguía respirar. Tras un largo minuto tratando de extraer el alimento que obstruía su laringe no había logrado nada. “Pensábamos que no íbamos a ser capaces”, recuerda.
Pero, a veces, las cosas se ponen en su sitio. Incipientes carreras despegan, otras culminan y, lo más importante de todo esto, la vida de una persona se abre paso. “Ya iba a dar relevo a mi compañero y en el último intento antes de dejar, el trozo salió”. Premio. La explosión de júbilo y el alivio en sus familiares, presentes en todo momento, entre lágrimas, indicaban que el trabajo estaba hecho. Bien hecho.
Las felicitaciones no tardaron en llegar. El propio jefe de la Policía Local de Béjar llamó a los tres agentes, Álvaro, Juan Carlos y Javier, para darles la enhorabuena. Además, los tres agentes serán propuestos para una felicitación pública por parte de la alcaldesa, Elena Martín Vázquez, el resto de se Corporación en el Ayuntamiento bejarano. Quién sabe si la Junta de Castilla y León también les tendrá en cuenta este noviembre cuando el Bocyl publique la concesión de Medallas al Mérito Policial.