Ste Salamanca ha denunciado que una maestra del CEIP Arrabal del Puente de Ciudad Rodrigo, ha sido agredida verbalmente y amenazada por algunos de los padres de sus alumnos. “Tristemente este hecho no es algo nuevo, porque situaciones de este tipo ya se han vivido en otros centros de la provincia y con toda probabilidad volverán a repetirse en el futuro”, lamentan desde el sindicato.
La organización apunta que es cuando ocurre una situación como esta, cuando las administraciones se ponen manos a la obra para intentar solucionar el problema, o al menos para acallar las críticas que desde diferentes ámbitos de la sociedad aparecen. Entonces, se preguntan... “¿No había una situación preocupante con anterioridad?, ¿hay que esperar a que pase algo así para actuar?, ¿está siendo la solución para estos centros pasar a convertirse en centros 2030?”.
Recuerdan asimismo que el pasado curso la Consejería de Educación anunció “a bombo y platillo” la creación de los centros 2030, centros que por riesgo de exclusión social de su alumnado, pasarían a tener más recursos para favorecer la eliminación de la segregación escolar y facilitar la inclusión. A la hora de la verdad, estos recursos no han supuesto verdaderos cambios en la organización de los centros, que, según los propios docentes, son “bonitas palabras que se quedan en nada”.
Por contra, afirman, “lo que sí ha supuesto en realidad es la estigmatización de estos centros, convirtiéndolos en verdaderos guetos con nombre y apellido, centros 2030.” Tras la aplicación de este programa, “la intención de la administración más bien ha parecido la de concentrar al alumnado en riesgo de exclusión social en determinados centros, que conseguir una verdadera integración”.
En el STE-SA entienden la integración escolar como la convivencia de diferentes tipos de alumnado en un mismo centro, donde la riqueza de la diversidad forma individuos solidarios y preparados para la sociedad que se van a encontrar en la vida adulta. “Separar al alumnado en función de su capacidad económica, nivel sociocultural, raza, religión o sexo, no es integración, es segregación escolar”.
Por eso creen que “la política educativa en materia de integración debe cambiar radicalmente y para ello la difusión de sucesos como los que ocurrieron el pasado jueves es fundamental, porque nos hace ser conscientes de que algo debe evolucionar en la educación para conseguir una verdadera integración y facilitar la igualdad de oportunidades a todo el alumnado con independencia de su raza, sexo o credo religioso”.
Desde el STE-SA han querido agradecer públicamente la valentía mostrada por esta maestra al dar a conocer la realidad que se vive en algunos centros de la provincia, “una realidad que en muchas ocasiones no llega a trascender públicamente y que demuestra una vez más la segregación escolar a la que nos han conducido las políticas educativas de los últimos años”.