'¡Ya están aquí los ingleses! ¡Estamos salvados!', corean y gritan los lugarenos de Boecillo, ataviados para la ocasión como mandan los cánones de un buen viaje en el tiempo. En concreto, hasta 1812, para dar el recibimiento que se merece al Duque de Wellington, al frente de las tropas inglesas que llegan victoriosas tras derrotar a los franceses en la batalla de Arapiles.
Boecillo ha recreado este sábado el crucial momento en su historia, que permitió que los aires de libertad volvieran a pasar por sus calles. Cientos de personas han aprovechado la soleada mañana de este sábado para disfrutar con un trabajo cuidado con mimo tanto en la ambientación como en la parte divulgativa de la historia.
Antes del momento cumbre, varios de los personajes han participado en los monólogos del pueblo, en los que han desgranado anécdotas, acontecimientos históricos y vivencias personales sobre la vida en Boecillo a comienzos del siglo XIX.
Con el sonido de los cañones y de la música ha llegado el Duque de Wellington hasta la plaza, aclamado por los vecinos de entonces y observado con atención por los de ahora. Entre el recibimiento destaca su encuentro con el rector Cameron, responsable del Colegio de los Escoceses, enclave histórico en Boecillo.
La sátira política vivía buenos tiempos hace dos siglos y la recreación también ha reflejado como los cómicos del momento teatralizaron el encuentro entre ambos ingleses en Boecillo.
Todo el fin de semana continúan las actividades vinculadas a este momento histórico clave para Boecillo y de gran importancia en la liberación de la ocupación francesa.