El principal factor de riesgo para el suicidio: la depresión en Salamanca
Desde el año 2004 el primer jueves de octubre se celebra el Día Europeo de la Depresión. Una afección cada vez más prevalente y que amenaza con ser un grave problema también en el futuro. De hecho, en el continente existen 30 millones de pacientes mentales con depresión crónica y en el resto del mundo la cifra podría elevarse a 350 millones de personas. No en vano, la Organización Mundial de la Salud la ha catalogado como la principal causa de discapacidad en todo el mundo.
Lo cierto es que los datos podrían esconder un problema aún mayor, puesto que se calcula que en torno al 50% de las personas que la padecen no son conscientes de ello y por encima de esa cifra están los que no reciben el tratamiento pertinente. Entre los síntomas más comunes destacan el malestar general, los dolores aleatorios, el ostracismo, la apatía, la falta de energía o el escaso apetito.
Síntomas, todos ellos, que aislados pueden resultar aparentemente inocuos, pero que sumados hacen imposible llevar una vida normal y encierran muchos estigmas. De hecho, la depresión es la principales causas del suicidio. Se calcula que una persona con depresión tiene 20 veces más posibilidades de quitarse la vida que otra que no la tenga. Por eso resulta de vital importancia que el tratamiento sea efectivo, la enfermedad tenga suficiente visibilidad y se retire el estigma que a mayores tienen que padecer los afectados.
Es difícil establecer unos datos concretos en la provincia de Salamanca, puesto que no existe una asociación que reúna a todos los pacientes. El número de diagnosticados, en cualquier caso, tampoco representaría el total, puesto que mucha gente, también aquí, no lo sabe o no se está tratando. Sin embargo, en la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales Crónicos de Salamanca sí que reciben un reducido número de pacientes con esta afección, aunque no es la causa principal. Ni mucho menos.
La directora del Centro de Día de Salud Mental en Salamanca, Rosa Higuera, recalca que, en datos generales, la depresión es la causa “más común” de discapacidad. En este sentido, reconoce que de los que les derivan de consultas de Atención Primaria, más del 40% tienen cuadros depresivos. Aunque, de ellos, el 53% están asociados a otros trastornos. De las 110 personas que atienden en el centro aproximadamente el 19% presentan trastornos del estado de ánimo, como trastornos bipolares o depresiones graves.
Rosa Higuera señala los principales factores de riesgo para que sean tenidos en cuenta y apunta a “las circunstancias familiares, las situaciones adversas, los problemas económicos, las enfermedades crónicas, y no solo mentales, el consumo de sustancias como alcohol y droga, y también el factor genético”. Aunque resalta que la enfermedad se desarrolla “cuando somos más vulnerables”.
Una vez desarrollados los síntomas anteriormente descritos, es importante detectar que se está sufriendo la enfermedad. Especialmente, insiste, “cuando haya antecedentes familiares de cuadros depresivos graves asociados a trastornos, cuando se detecte aislamiento serio, haya una impulsividad o comportamientos estrambóticos, o si el consumo de alcohol o drogas es excesivo, el médico de familia tiene sus escalas y van a detectarlo”. Pero para eso, evidentemente, hay que acudir al médico.
En definitiva, la directora del Centro de Día de la Asociación de Familiares de Enfermos Mentales Crónicos de Salamanca aboga por normalizar la afección para que pueda tratarse y no conlleve mayores problemas a los pacientes. “La depresión es un problema de salud mental grave, pero como jugamos con el estigma… Es más fácil decir que está decaído. Depresión suena como una etiqueta menor, cuando si hay una grave, la necesidad es fundamental”, concluye.