Érase una vez una historia de amor. De esas bonitas, de las que gusta contar y de las que merece la pena disfrutar. Sus dos protagonistas son una asturiana, concretamente de Oviedo, llamada Laura y un vallisoletano que lleva por nombre David. La primera suma 15 años como socia del Pucela y el segundo, ni más ni menos que 19.

“Nuestra historia comenzó en un desplazamiento a La Romareda, en Zaragoza, en noviembre del año 2015. Ninguno de los dos tenía pensado ir, teníamos otros planes. Allí nos conocimos, fuimos quedando, empezamos a salir y rápido a vivir juntos. Ver juntos a nuestro Pucela en Zorrilla y hacer los desplazamientos que podemos es lo que más nos gusta”, nos confiesa la pareja.

David y Laura son dos enamorados de los viajes. Tanto a nivel nacional, disfrutando de la bella península española, como en el extranjero, pasando por lugares conocidos a lo largo y ancho de todo el mundo como son el Coliseo de Roma, la Torre Eiffel de París, o Venecia con esas góndolas surcando las aguas de un lugar mágico.

David era un enamorado del Pucela desde pequeñito. Y eso que no le fue sencillo porque en su casa el fútbol no era de la devoción de nadie más que de él, por lo que se agarró a la mano de su tío Goyo para hacerse socio blanquivioleta. Laura acudía a Zorrilla con su hermana Sandra y desde el minuto uno los colores blanco y violeta le robaron el corazón.

Eso de pequeñitos. De mayores y tras el milagro de La Romareda, son muchas las tardes de pasión, decepción y nervios que han vivido en el santuario blanquivioleta, eso sí, juntos. “Recordamos, sobre todo, los partidos del ascenso cuando llegó Sergio con ese final de temporada espectacular. El partido del que más nos acordamos es el 3-1 contra el Sporting del Playoff”, nos confiesan.

Añaden también que “tienen muy buenos recuerdos de los partidos del año pasado que acabaron dando la salvación al conjunto de Sergio”, y aseveran que ven “con buenos ojos lo que está haciendo el equipo esta temporada” aunque añaden que “no descartan sufrir hasta el último minuto” para “cumplir su deseo” que no es otro que “ver al Pucela un año más en Primera”.

El 21 de junio nuestra pareja, protagonista de este segundo número de ‘Historias en blanco y violeta’, contrajo matrimonio en una boda que ellos califican como “espectacular” y en la que la invitación era una curiosa entrada de fútbol que les adjuntamos a continuación para que admiren la creatividad de ambos.

“La invitación de la boda era una entrada de fútbol del Real Valladolid. El photocall lo hicimos para que todos pudieran fotografiarse con el estadio José Zorrilla de fondo y la postboda, si Dios quiere, la haremos en estadio dentro de muy poquito”, nos confiesan añadiendo además que su ídolo, Toni Villa, les regaló una camiseta del Pucela con motivo del enlace.

Una historia de amor en blanco y violeta para deleitarse y disfrutar. Solo queda decir a marido y mujer eso de “Que sean muy felices y que coman todas las perdices del mundo”.

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