El problema con las terrazas en la Rúa Mayor sigue presente a través de una declaración de los vecinos de la zona, que consideran que "la proliferación ha ido invadiendo cada año más espacio público", con sus consecuencias.
Según destacan, esto provoca que se haya dificultado "notablemente" el tránsito de las personas por un "espacio público", mientras que por la mañana, el tráfico es "caótico y peligroso" al juntarse el tráfico de carga y descarga, "sin limitación de tamaño y peso" con mesas y sillas apiladas, reduciendo más el espacio y convirtiendo la calle en un peligro.
En cuanto a las terrazas propiamente dichas, las quejas llegan a que se acota el espacio de manera que los peatones ni siquiera pueden pasar entre las filas y la colocación de las mesas y sillas en el "límite señalizado", con una concesión municipal de 30 metros cuadrados frente a los 18 habituales, dicen, "lo que hace una densidad de ocupación impropia de esta calle". "La superficie real puede llegar a los cuatro o cinco metros en sentido transversal", afirman.
A ello se suma, dicen, mobiliario de reserva, mientras que el despliegue de sombrillas "ha ido creciendo en tamaño, altura y volumen, ocupando la práctica totalidad de la superficie" y, "como complemento", también hay presencia de músicos, con sistemas de amplificación del sonido "en una zona declarada de especial protección acústica" y que tampoco se respeta con "máquinas aspiradoras con un ruido excesivo".
Y, como es lógico, llegada la madrugada se recoge el mobiliario con los ruidos correspondientes o la "basura en el entorno de los contenedores", así como los camiones que la recogen, "con motores de combustión en marcha, luces, y voces de los usuarios", tras lo que llegan las máquinas barredoras, fregadoras y de riego, así como de los grupos de jóvenes "que no se caracterizan por su discreción", especialmente durante los fines de semana.
A ello, en época de Ferias y Fiestas, se suma la instalación de casetas, a la que muestran su "rechazo total" por razones de "salud, higiene, seguridad, sensibilidad y respeto".
Soluciones
Frente a todo ello, los vecinos proponen varias soluciones según el tipo de problema. Con respecto a las terrazas, consideran que no debe autorizarse el despliegue "por la especial relevancia para su tradicional uso y disfrute del ciudadano", aunque proponen también que se limite a la superficie inmediata a la fachada del establecimiento en una sola fila de mesas y sillas para dejar libre el centro de la calle.
Además, para el tráfico de carga y descarga, ofrecen la solución de reservar una zona de paso peatonal, limitar el acceso de vehículos en volumen y peso, fijar un sentido único de circulación y vigilar que los estacionamientos sean para carga y descarga, así como limitar la contaminación ambiental y de ruido.
Sobre la limpieza, piden un horario racional para evitar los ruidos nocturnos, así como que sean más eficientes o la utilización de vehículos con motores eléctricos.
Además, exigen la "total retirada" de la Feria de Día de la zona como ya ha ocurrido en otras zonas y proponen que se realice en un mismo lugar como el recinto ferial para evitar que el centro se convierta en "un ferial comercial donde todo vale", o que las zonas de colocación sean rotatorias.
Esta situación, dicen, se viven en otras zonas como la Plaza Mayor y sus accesos, la plaza de la Libertad, la plaza del Corrillo, la plaza Poeta Iglesias, la calle Meléndez y calles similares donde se deben "sortear obstáculos".