El envejecimiento es un proceso que afecta a todas las estructuras y órganos del cuerpo humano: desgaste de los huesos, degeneración de las articulaciones... El cerebro no es una excepción y también envejece con el paso del tiempo.
Así lo confirma el vicepresidente de la Sociedad Española de Neurología (SEN), el doctor José Miguel Láinez en una entrevista con Infosalus, en la que explica que “el cerebro también va perdiendo masa cerebral con el paso de los años”, aunque esté hecho no está relacionado con que el órgano esté deteriorado.
“No significa que esté relacionado con que tenga deterioro, pero es un hecho”, comenta el doctor Láinez. En este contexto, aunque “evitarlo al 100 por ciento es imposible”, según precisa el experto, “se pueden hacer muchas cosas para hacer que esto suceda lo más tarde posible con las menores consecuencias posibles”. El vicepresidente de la SEN sitúa la actividad intelectual y la salud vascular como vértices para ralentizar el proceso de envejecimiento del cerebro.
En cuanto a la actividad cerebral, el experto matiza que “no está claro que podamos modificar el número de neuronas con el entrenamiento, pero sí está clarísimo y es evidente que podemos modificar las conexiones”. Así, si se llevan a cabo “más actividades intelectuales, con formación, con estudio, cuanto antes, mejor”, agrega el doctor Láinez, que incide en que hay que entrenarse intelectualmente desde la infancia hasta la adolescencia, sin olvidar la edad adulta. “En todos los momentos se es capaz de potenciar la actividad intelectual, pero cuanto antes mejor”, insiste.
Un símil muy claro a este respecto es el de la actividad física. Igual que el ejercicio físico incrementa la masa muscular, el ejercicio intelectual aumenta la conectividad cerebral. “Los cerebros de personas más entrenadas intelectualmente tienen mayor conectividad, aumentan el número de conexiones de estas neuronas y, por lo tanto, como una red eléctrica, si está más interconectada funciona más rápido y de forma más eficiente”, señala el doctor Láinez.
La salud vascular
El otro aspecto destacable es la salud vascular. Lo primero que hay que tener claro es que “el cerebro es un órgano muy irrigado y es muy sensible a la falta de riego”, según el vicepresidente de la SEN.
Es básicamente lo que ocurre cuando una persona sufre un ictus: si la falta de riego se prolonga en el cerebro, éste se estropea. “Lo mismo pasa si se tiene una disminución del riego de modo crónico”, clarifica el doctor Láinez.
De hecho, la falta de riego en el cerebro “produce pequeñas lesiones, lo que llamamos microinfartos, que disminuyen la conectividad” del cerebro, continúa el vicepresidente de la SEN, que insta a controlar todos los factores que impactan sobre la salud vascular: hipertensión, diabetes, colesterol, tabaquismo y llevar una dieta sana.
Además, el experto se refiere de forma más específica a otro aspecto fundamental para mantener la salud cerebral: el ejercicio físico. “Sabemos que la gente que hace ejercicio físico protege su cerebro de modo significativo en cuanto al envejecimiento, en cuanto al Alzheimer y en cuanto a los problemas de demencia”, concluye el doctor Láinez.