La semana pasada, en la XI entrega del ‘Caminando por la provincia de Valladolid | ¿En qué pueblo estamos’, nos detuvimos en Traspinedo. Con Javier Fernández, su alcalde, repasamos la importancia gastronómica del lugar, con el lechazo como protagonista, y hoy nos vamos a parar en otra localidad, como es Tudela de Duero, que atesora también una gran relevancia gastronómica dentro de la provincia vallisoletana.

A 16 kilómetros de la capital del Pisuerga, si vamos por la A-11, nos encontramos con esta villa castellana, rodeada casi por completo por el río Duero en un meandro natural, cuya forma ha servido de inexpugnable frontera a lo largo de la historia.

Conocida también como “la alegre lágrima del Duero” o “el oasis de Castilla”, por su abundante vegetación, se encuentra delimitada, al Norte por Renedo de Esgueva y Villabáñez, al Sur por Aldeamayor de San Martín y La Parrilla, al Este por Traspinedo y al Oeste por La Cistérniga contando, como nos señala su alcalde, Luis Javier Gómez Potente, con 8.938 habitantes en la actualidad.

Una rica historia y un patrimonio para disfrutar

“La memoria de Tudela de Duero se pierde en el tiempo como atestiguan los instrumentos líticos prehistóricos que se han encontrado. Un cercano castro vacceo, el de la posible Acontia, ocupó esta zona y más tarde fueron los romanos los que instalaron sus villas en los alrededores de estas feraces tierras. Será en la Edad Media cuando Tudela de Duero se crea como núcleo defensivo fortificado aprovechando el meandro natural del río Duero”, nos explica el primer edil hablando del origen de la localidad.

Ya tras esto se pueden encontrar más referencias históricas sobre el municipio y la situación estratégica, con el meandro y la construcción de murallas y puertas convirtieron el lugar en una villa llena de vida que irradiaba su influencia a grandes zonas de alrededor. La muralla circunvalaba al pueblo con sus calles de ronda y sólo existían dos puertas de acceso, una que daba al oeste en dirección a Valladolid y otra con acceso al puente y la zona Este.

Durante este periodo, las referencias históricas a Alfonso X ‘El Sabio’, a Don Álvaro de Luna, a Enrique IV ‘El Impotente’, o a Fernando el Católico y Felipe ‘El Hermoso’ y la reina doña Juana, son constantes y con un valor histórico supino.

“Será con Felipe III cuando el destino de Tudela cambiará de forma radical. El rey se verá presionado por su valido, el Duque de Lerma, para que le done la villa de Tudela. El rey accede a sus pretensiones y la villa pasa a manos del valido, dejando de pertenecer a la jurisdicción de Valladolid. En 1609, Felipe III concede a Tudela ‘el privilegio de celebrar mercados todos los sábados’. La localidad pasará de nuevo a manos del rey pero será comprada por los tudelanos en 1636”, añade Luis Javier Gómez Potente.

Historia a un lado, pasear por las calles del pueblo es un auténtico placer que permite observar construcciones como la Iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, del siglo XVI con un retablo mayor en madera policromada que quita el sentido y que fue realizado por Manuel Álvarez y Juan de la Maza, con obras también de Juan de Juni y Gregorio Fernández en su interior.

El arco de la desaparecida Iglesia de San Miguel, la Ermita del Humilladero, la del Santo Cristo, o la Casa de la Cruz son otros puntos perfectos para disfrutar de la villa.

Culto a un espárrago que quita el sentido

“La Fiesta de Exaltación del Espárrago tudelano es la más representativa. Se celebra el último fin de semana del mes de mayo o el primero de junio y en ella se degusta el producto estrella de la localidad, el espárrago. Es una fiesta en la que además se aprovecha para dar a conocer diferentes productos del pueblo y también la cerámica y la artesanía de la zona”, nos confiesa el primer edil.

Esta es una Feria que se celebra al aire libre y en la que la meteorología es sumamente importante para su repercusión. En esta edición, que se celebró los días 8 y 9 de junio, pasaron por el municipio pucelano entre 20.000 y 25.000 personas que disfrutaron de la magia de esta Feria de Exaltación del Espárrago con la degustación de un producto único.

El alcalde nos cuenta además, y hablando de las fiestas, en declaraciones a NoticiasCyL Valladolid, que “la noche de víspera de Santiago Apóstol” que se celebra el 24 de julio “es especial porque se celebra la tradicional ‘pedida de toros’. Todo para que las reses sean lidiadas en las Fiestas Patronales en Honor a Nuestra Señora de la Asunción y San Roque, entre el 14 y el 18 de agosto.

“Los encierros nocturnos y las peñas son el principal atractivo turístico de las Fiestas en Honor a Nuestra Señora de la Asunción y San Roque. Los encierros tradicionales vienen celebrándose en Tudela de Duero de manera continua y documentada, al menos, desde el año 1473”, asevera el primer edil del municipio pucelano.

Gastronomía sin olvidarnos del tomate

En Tudela de Duero no faltan esos restaurantes de quilates donde poder disfrutar de la mejor gastronomía provincial y autonómica. Con el espárrago como alimento estrella, otros productos de la huerta como las fresas, los fresones, las cerezas o las uvas son también de gran relevancia en el lugar.

El tomate ocupa un lugar privilegiado también en Tudela de Duero. Además de la Feria del Espárrago se celebra la de este producto. “Somos la despensa hortícola de la provincia de Valladolid. Ya decían los nobles y reyes que cuando pasaban por Tudela de Duero llenaban sus alforjas de estos manjares porque reconocían que no los comían mejores en ningún otro lugar”, aseguraba Luis Javier Gómez Potente, el pasado 24 de agosto, en la celebración de la de este año.

También destacan los vinos de las Bodegas asentadas en el municipio, con caldos de reservas, crianzas y jóvenes que toman un lugar destacado entre los vinos de la Ribera del Duero, aún sin estar en la Denominación de Origen, exportando a diferentes lugares del mundo, y que maridan a la perfección con los dulces artesanales y la variada oferta de las Confiterías y obradores artesanos más antiguos de Tudela de Duero.

Otro municipio para disfrutar de todo su encanto en una provincia de Valladolid llena de riqueza histórica, cultural, patrimonial y gastronómica.

Caminando por la provincia de Valladolid | ¿En qué pueblo estamos?