El Juzgado de lo Penal de Zamora ha condenado a J.G.M. por un delito continuado de maltrato animal y otro de maltrato animal con resultado de muerte a una pena de 13 meses y 15 días de prisión, y le impone una inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, con inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de los mismos por tiempo total de 4 años.

Los hechos por lo que ha sido condenado se remontan a junio de 2018, cuando la Guardia Civil encontró en situación de abandono total a 39 perros vivos y a uno muerto en una nave ubicada en San Pedro de la Nave-Almendra, en Zamora.

Además, el Juzgado de lo Penal de Zamora condena al acusado a pagar, en concepto de responsabilidad civil, el pago de 3.000 euros a la Asociación Protectora de Animales ‘Scooby’, que se hizo cargo de los animales desde entonces, y a la confiscación de los animales intervenidos a favor de la citada entidad.

Antecedentes

En el año 2016, el condenado trasladó a una nave ganadera en ruinas, situada en San Pedro de la Nave-Almendra, perteneciente al Ayuntamiento de Valdeperdices (Zamora), al menos a cuarenta perros, a los que usaba ilegalmente como realas y a los que mantuvo, en las instalaciones, encerrados sin condiciones higiénico-sanitarias, de alimento ni de agua, y poniendo en riesgo su integridad. Esto último se debe a que las instalaciones se encontraban en estado precario y de total ruina, no siendo aptas para uso alguno al carecer de techumbre, que se encontraba desplomada sobre el suelo, y entre cuyos escombros vivían los canes sin suministro de agua corriente ni luz. Además, el espacio estaba lleno de maderas, hierros, excrementos, deshechos, residuos y basura, sobre los que deambulaban y malvivían.

El día 17 de junio de 2018, sobre las 17,45 horas, se personaron en el lugar funcionarios de la Guardia Civil, quienes habían sido alertados, hallando, en el interior del cobertizo derruido, 39 perros vivos (31 de diversas razas, 4 de razas peligrosas y otros 4 a los que no pueden acceder) y uno muerto, que estaba siendo devorado por el resto. Estos se encontraban sueltos y carecían de alimento y agua en una tarde de altas temperaturas, hallándose todos los animales deshidratados, desnutridos y repletos de pulgas y garrapatas.

Igualmente, en la cara sur de la edificación se localizó un cobertizo con cuatro perros de presa encerrados y, en la cara oeste, se encontraron, en el interior de un habitáculo sin techo y de escasas dimensiones, cuatro cachorros expuestos al sol, sin agua ni alimento.

Por todo lo anterior, se adoptaron las medidas para asegurar la integridad de los animales durante esa noche y se retiró el cuerpo del animal muerto. A la mañana siguiente, se personaron en el lugar agentes del SEPRONA, acompañados por dos veterinarios oficiales del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León, procediendo a la identificación individual y retirada de los animales. Una vez allí, encontraron 36 perros (habían desaparecido tres), de los cuales 24 contaban con microchip (de los que solo 16, 15 y el fallecido, son titularidad del acusado) y 11 sin microchip. Ese mismo día, 18 de junio de 2018, se produce la incautación de los 36 perros, siendo trasladados a las instalaciones de la Sociedad Protectora Scooby, situada en Medina del Campo (Valladolid), donde han estado residiendo hasta el día de hoy.

Estado de los animales

Una vez allí, la protectora se encargó de realizar un examen individual, de identificación y veterinario, a cada uno de los perros, resultando todos enfermos con diversa patología. Así, 26 perros sufrían ANAPLASMOSIS, 10 perros EHRLICHIOSIS y 3 perros LEISHMANIASIS. Además, presentaban un índice de masa corporal de 2 a 3, sobre 5, extrema delgadez, desnutrición, deshidratación, estaban invadidos de ectoparásitos, (pulgas y garrapatas), tenían heridas infectadas, lesiones cutáneas, dermatitis, alopecias, laceraciones en pabellones auriculares, eritemas, úlceras y condiciones corporales pésimas.

Por otro lado, en el informe de la Unidad Veterinaria del Servicio Territorial, se constata que, el perro encontrado cadáver, conforme a la necropsia practicada, había fallecido al menos 48 horas antes, sin poderse determinar la causa, pero de los restos hallados en los riñones se sugiere que se le había administrado barbitúricos (pentobarbital). Era un macho joven, de menos de 4 años y raza mestiza, al que se le había amputado la extremidad posterior izquierda después de muerto con un objeto punzante. También presentaba un traumatismo en el lado derecho, con edema subcutáneo y hemorragia interna.

Gastos de mantenimiento por parte de Scooby

Según informa la sentencia, los gastos de alojamiento, alimentación, farmacéuticos y veterinarios sufragados por la Sociedad Protectora Scooby ascienden, hasta este momento, a 9.760 euros.

De este modo, el presidente de Scooby, Fermín Pérez, ha querido dar públicamente las gracias al abogado y al procurador de esta causa, Iván Prada Moral y Javier Robleda Fernández, respectivamente, ya que han elaborado su trabajo de forma gratuita con el fin de evitar cualquier tipo de gasto a la protectora, que ha actuado como acusación particular.

Esta sentencia es la primera que condena en Zamora a una persona por el estado lamentable en el que mantenía a una reala. Por este motivo, Scooby ha querido destacar también que espera que a partir de este momento se trabaje con el fin de que este tipo de situaciones no vuelvan a tener lugar y se controle el estado en el que otros cazadores mantienen a sus perros, ya que nadie tiene derecho a maltratar a un animal.