La Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León ha dicho basta este miércoles y se ha plantado ante una serie de acontecimientos que han culminado con las declaraciones del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero asegurando que Arnaldo Otegi es un político que resultó decisivo en el final de la banda terrorista ETA. Estas controvertidas manifestaciones del que fuera inquilino de La Moncloa entre los años 2004 y 2012 se agregan a la entrevista que realizó TVE al coordinador general de EH Bildu la víspera de un acto en el Congreso con las víctimas y a los homenajes que puntualmente reciben los exreclusos de la banda cuando regresan a sus casas.
Todo en un contexto político ciertamente delicado, con un Ejecutivo aún por gestar, y con los focos apuntando hacia los movimientos que realicen Sánchez e Iglesias para consolidar su pacto con el apoyo de otras fuerzas. Algunas independentistas, incluida la que lidera Otegi. Por todo ello, la AVT de Castilla y León ha comparecido en Salamanca para expresar a través de su portavoz, Juan José Aliste, la vigencia de su dolor por la violencia terrorista y extenderla al resto de la sociedad. Entre otras acciones, propondrán a los grupos políticos mociones en ayuntamientos, diputaciones y en Las Cortes de Castilla y León para que su causa, que es la de todos en democracia, no quede en el olvido.
Aliste ha recordado a través de un manifiesto elaborado por la AVT de Castilla y León que siempre han sido bien acogidos en la comunidad, donde muchas calles llevan el nombre de víctimas del terrorismo. Lo mismo en esta provincia, “donde se nos acoge con afecto, solidaridad y respeto” y donde son acreedores de la Medalla de Oro de la ciudad. “ETA acabó, pero el daño perdura. Cada año que pasa es un año más con muertos, heridos, mutilaciones o con imborrables recuerdos”, incidiendo en que fueron 854 asesinados, miles de heridos, 10.000 extorsionados y más de 100.000 exiliados del País Vasco y Navarra.
Sin embargo, lamentan comprobar que los terroristas continúan en la vida pública. “Antes los veíamos encapuchados y los conocíamos por su apodo. Ahora ocupan un escaño en las instituciones democráticas a las que atacaron”. Y señalan como “ejemplo más claro” a Arnaldo Otegi. “Cinco veces en prisión e inhabilitado para cargo público hasta 2021 por un delito de pertenencia a organización terrorista”.
Advierten además que “el brazo político de ETA no ha renunciado a sus objetivos”. “Sigue considerando presos políticos a los asesinos y hablando de 'conflicto vasco' y de violencias, comparando a los terroristas con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”. Consideran que “si dejaron de matar no fue por una reflexión ética, sino por una cuestión puramente estratégica. Y hoy los objetivos políticos por los que nos mataron están muy cerca de incorporarse al Estatuto Vasco”.
Las declaraciones de Zapatero
La chispa que ha hecho encenderse a la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León fue las declaraciones del expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asegurando que Otegi había sido un dirigente decisivo en el fin de ETA y describiendo una larga conversación, de más de cinco horas, en las que, juntos, habían analizado la trayectoria de la banda terrorista. Una connivencia que a las víctimas les resulta imposible de soportar.
“A las víctimas del terrorismo se nos hace insoportable escuchar al presidente Zapatero olvidar la contribución a la paz de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de la movilización social, de la justicia, y de las propias víctimas. En definitiva, quien acabó con ETA fue el pueble español y el Estado de Derecho, no Otegi”, han subrayado.
Por boca de Aliste, la AVT de CyL ha denunciado que “se ha iniciado un proceso en el que se ha premiado a ETA por dejar de matarnos, se ha blanqueado su pasado criminal, y se la ha concedido un peso político cada vez mayor”, mientras recuerdan que “hace no mucho en España estaba asentada la deslegitimación del terrorismo en la política, en los medios de comunicación y en la sociedad” y, sin embargo, “aún quedan centenares de crímenes sin resolver, los homenajes a terroristas quedan impunes y se ha cambiado la memoria de las víctimas por los homenajes a Otegi”.