Agentes de la Comisaría Provincial de Burgos han identificado a once personas beneficiarias de distintas cantidades de dinero que recibían en su cuenta bancaria a través de un servicio de pago inmediato, según informaron a Europa Press fuentes policiales.
La víctima, un burgalés residente en una localidad de la provincia, se llevó un buen susto al revisar su cuenta bancaria y comprobar que en el transcurso de dos días, la misma había mermado en 21.000 euros.
En total se habían realizado 42 pagos por un importe de 500 euros cada uno de ellos, todos sin su consentimiento, desde su cuenta mediante la aplicación de su banco.
Se trata de un servicio de pago inmediato entre personas de una cuenta a otra, siempre que ambos, emisor y destinatario, estén dados de alta en el servicio a través de las entidades adheridas. Para realizar el pago sólo es necesario conocer el número de teléfono móvil que el destinatario tiene asociado a la cuenta bancaria.
Este tipo de delitos se llevan a cabo utilizando las nuevas tecnologías, siendo los autores ciberdelincuentes que como en este caso se sirven del correo electrónico para solicitar datos y contraseñas, haciéndose pasar por la entidad bancaria. La víctima facilita finalmente esos datos en la creencia que se lo pide su banco.
Una vez que el autor o autores tienen acceso a la cuenta bancaria, llevan a cabo transferencias con destino a terceras personas. Las personas que son los primeras beneficiarias sirven en realidad de puente, puesto que ese dinero se lo hacen llegar finalmente al tercero descontando la cantidad que se quedan por el servicio prestado.