La Asamblea General de ACOR ha autorizado este viernes al Consejo Rector a iniciar las gestiones con el fin de deshacer alguna de las posiciones e inversiones existentes, movimientos que obedecen, según ha explicado su presidente, Justino Medrano, a la necesidad de "analizar las posibilidades y ventajas" que supondría desprenderse de activos "no estratégicos" y que permitan "sanear las cuentas de la cooperativa".
Tras la Asamblea General celebrada en su sede de Olmedo (Valladolid), Medrano ha puntualizado "que esta estrategia se adopta tras conocer, a través de una auditoria de gestión, la situación de todos los proyectos, algunos de los cuales "no han cumplido las expectativas de negocio".
En este sentido, ha indicado que ACOR hará una reestructuración de algunas de sus unidades de negocio y estudiará la posibilidad de vender los terrenos de la antigua azucarera situados en la carretera de Cabezón, así como las posibles alternativas para la planta fotovoltaica de Tordesillas, sobre la cual ha señalado, no obstante, que "está funcionando".
El presidente de ACOR ha reconocido que las instalaciones industriales de Valladolid, las cuales permanecen cerradas, suponen para la cooperativa "un elevado coste económico por su mantenimiento, seguridad y otros gastos".
Además, se estudiará la posibilidad poner en venta las diferentes parcelas agrarias con las que cuenta ACOR en Rumania, algunas de ellas en propiedad, con el objetivo de "optimizar los activos y mejorar la eficiencia en la gestión".
Para Justino Medrano resulta "necesario" adoptar este proceso con el objetivo de entrar en el ejercicio 2020 "con mayor estabilidad, fortalecer a la cooperativa y hacer frente a un crecimiento transversal" en la región.
"Los resultados del último trimestre nos confirman que lo peor ha quedado atrás y afrontamos el nuevo ejercicio en una buena posición para volver a la senda de crecimiento de los últimos años", ha subrayado Medrano, quien ha añadido que con estos movimientos se busca focalizar los esfuerzos "en cuantos proyectos den beneficios a los socios en el ámbito agroalimentario".
Aprobación de las cuentas
Las cuentas aprobadas en Asamblea General correspondientes al ejercicio económico 2018-19 arrojan un resultado negativo de 13,93 millones de euros antes de impuestos, como consecuencia de la caída de precios del azúcar en el mercado internacional, que se han situado en mínimos históricos.
La cifra de negocio directa de la Cooperativa ascendió a 104,2 millones, similar a la facturación de la campaña anterior (102,7 millones), mientras que las empresas participadas han tenido una cifra atribuible a ACOR de 114 millones, por lo que la sociedad cooperativa facturó, globalmente, 218 millones de euros.
Tras admitir que la campaña 2018-19 ha sido "la peor de la década" con rendimientos "muy bajos y una mala calidad de la remolacha", el presidente de ACOR ha recordado la "difícil" coyuntura del mercado azucarero, con una rebaja en el precio de venta del azúcar de 151 euros por tonelada en dos años, lo que ha lastrado las cuentas de un ejercicio en el que se ha mantenido el compromiso, como ha destacado, de garantizar al socio 42 euros por tonelada de remolacha.
Medrano ha defendido ante la Asamblea la política de ajustes aplicada en los puestos de dirección a su llegada al Consejo Rector el pasado mes de marzo, lo que permitirá ahorrar a la cooperativa "más de un millón de euros" y que suma a la revisión de todos los contratos de suministros y prestación de servicios por terceros con un ahorro estimado superior 1.700.000 euros.
En cualquier caso, ha defendido que existen motivos para encarar el futuro "con optimismo" y que pasarían "por la necesaria vuelta a la normalidad en los mercados del azúcar", al hilo de lo cual ha apuntado que en la presente campaña "ya se ha producido una subida de más de un 20 por ciento en los precios medios de venta del azúcar respecto al ejercicio anterior".
A esto se suma un déficit de azúcar en el mercado comunitario en el que se han dejado de cultivar 145.000 hectáreas de remolacha respecto a la campaña 2017-18, mientras que ACOR espera "superar con creces" el objetivo de llegar a una producción de 180.000 toneladas de azúcar gracias a la contratación de 14.116 hectáreas.
Nuevas líneas de negocio
De cara a 2020, Justino Medrano ha anunciado "la búsqueda activa de nuevas líneas de negocio", para lo que se explorarán alianzas con terceros, principalmente con empresas y cooperativas del sector agroalimentario de la región, para lo que se implementará un equipo de análisis encargado de detectar "oportunidades solventes y rentables" que garanticen "retorno a medio plazo".
Así, el Consejo Rector seguirá buscando "inversiones complementarias" tanto para el cultivo de la remolacha como para la utilización del azúcar, así como en otros cultivos que permitan "ampliar las alternativas para las explotaciones de los socios".
Respecto al proyecto de bioplásticos, se plantea un cambio de estrategia que pasa por "reforzar los contactos" con una empresa española que busca dar solución alternativa a los embalajes de frutas y hortalizas y que trabaja con biopolímeros del ácido poliláctico (PLA).
Justino Medrano ha avanzado que este producto se ha empezado a comercializar en Europa "con resultados muy favorables" ante un mercado que "necesita aportar alternativas al uso excesivo del plástico".
Por otro lado, la Asamblea ha aprobado una modificación estatutaria que incluye el voto ponderado en función de la actividad de la cooperativa, ajustándose a los límites que marca la ley (un máximo de cinco votos), la limitación de dos mandatos y la reserva de la Presidencia al cooperativista productor de remolacha azucarera.
Estas modificaciones estatutarias se completan con la creación de dos vicepresidencias para colaborar y supervisar las gestiones diarias encomendadas por el Consejo Rector.
Por último, en la Asamblea de Delegados también se ha detallado la actividad que se realiza a través de las empresas participadas por ACOR, así como su evolución empresarial y de gestión, como son Refinería de Olmedo SA, dedicada al refino de azúcar de caña y remolacha; Iberliquidos SA, para la transformación de la melaza de remolacha para alimentación animal e industria de la levadura; ATISA, dedicada a la comercialización de azúcar; Agroproducciones Oleaginosas SL, encargada de la elaboración de aceites alimentarios de girasol y harinas, y Desarrollos Agroenergéticos del Este SL, para la explotación y cultivo de tierras en Rumania.