Más de 24 horas entre el último niño de 2019 y el primero de 2020
La natalidad no atraviesa su mejor momento en Salamanca. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, correspondientes al primer semestre de 2019 lo atestiguaban. Apenas hubo 955 en el peor registro hasta junio de la historia.
Y el dato del último niño de 2019 y el primero de 2020 lo reafirma. Más de 24 horas pasaron entre ambos hechos después de que Alejandro, último nacimiento del ya año pasado, naciera a las 3:45 horas del 31 de diciembre y que Leo, primer alumbramiento del actual, lo hiciera a las 7:18 horas del día siguiente.
En total, 27 horas y media entre ambos nacimientos, lo que demuestra los problemas de la provincia en este sentido. No son, eso sí, todavía como los de Soria que, por ejemplo, en 2019 tuvo que esperar más de tres días para ver el primer niño del año.