Una gran cencellada ha hecho que la ciudad de Zamora amanezca esta mañana cubierta por un manto blanco y con el frío y el hielo como grandes protagonistas.
Las temperaturas siguen bajando y las heladas y la niebla dificultan la rutina de peatones y tráfico, pero dejan estampas maravillosas y muy propias del periodo navideño.
Las temperaturas continúan bajando llegando hasta los -5ºC y la provincia vuelve a estar en alerta amarilla por densas nieblas que reducen la visibilidad.
Los lugares más próximos al río y las zonas ajardinadas son las que presentan una mayor capa de hielo espectacular.