Ecologistas en Acción ha advertido de que Valladolid volvió a superar en 2019 el límite legal de ozono, por lo que ha reclamado "medidas estructurales" que reduzcan las emisiones del tráfico y la industria "para proteger la salud de los 400.000 habitantes de la aglomeración" de la capital.
Según ha indicado a través de un comunicado remitido a Europa Press, la evaluación de los datos en 2019 de las diez estaciones de las redes de control de la contaminación atmosférica del Ayuntamiento, de la central térmica de Michelín --propiedad de Iberdrola-- y de la factoría de Renault obtenidos de las páginas Web del Ayuntamiento y la Junta de Castilla y León, permite comprobar que tal y como sucediera en el periodo 2015-2017, durante el último trienio "los niveles de ozono en la ciudad han incumplido de nuevo el valor objetivo establecido por la legislación para proteger la salud humana".
Así, apunta que la estación de control de la contaminación atmosférica de Valladolid, donde en el trienio 2017-2019 se habría superado el valor objetivo legal para la protección de la salud humana, es la llamada 'Renault 1', situada entre los municipios de Valladolid y Laguna de Duero.
Con los datos de los años 2017 y 2018, ya que en 2019 "no se habría alcanzado el número mínimo de datos", en esta estación "se ha superado durante una media de 27 días el objetivo legal, establecido en 120 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, cuando la normativa permite un máximo de 25 días de superación al año en la media de tres años consecutivos".
Tal como recuerda, ya en el periodo 2015-2017 se produjo esta situación, con 26 días de superación del límite en la misma estación.
PLAN DE CALIDAD DEL AIRE
Por otro lado, recuerda que en octubre de 2018 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ordenó al Gobierno regional la elaboración de planes de mejora de la calidad del aire en diversas zonas de Castilla y León para reducir los niveles excesivos de ozono, que "también afectan de manera estructural a la aglomeración de Valladolid", constituida por la capital y los municipios de Arroyo, La Cistérniga, Fuensaldaña, Laguna de Duero, Renedo, Santovenia de Pisuerga y Zaratán.
Sin embargo, ha lamentado que hasta la fecha "ni la Junta de Castilla y León ni el Ayuntamiento de Valladolid han puesto en marcha el preceptivo Plan de Mejora de la Calidad del Aire para reducir la contaminación por ozono y evitar que esta lamentable situación se siga repitiendo año tras año".
"La Junta de Castilla y León sigue negándose a elaborar dicho Plan, pese a que también se lo han demandado los ayuntamientos de Laguna de Duero y Valladolid, trivializando la gravedad de un problema sanitario que en Valladolid causa cada año una treintena de muertes, según un reciente estudio del Instituto de Salud Carlos III", apunta el comunicado.
No obstante, Ecologistas en Acción aplaude que durante 2019 el Ayuntamiento de Valladolid haya aplicado en varias ocasiones su Plan de acción en situaciones de alerta por mala calidad del aire urbano, aprobado hace tres años, llegando a restringir la circulación de vehículos en el centro para reducir las puntas de dióxido de nitrógeno, partículas y ozono.
Estas medidas han demostrado, a juicio de la organización, su "eficacia" frente a episodios puntuales y durante los 'Día sin coches' celebrados en los últimos años, certificando que el cierre del centro urbano al tráfico "reduce la contaminación".
No obstante, subraya que las medidas puntuales "no son suficientes" para garantizar "una buena calidad del aire" durante todo el año, por lo que Ecologistas en Acción insiste en que el Ayuntamiento de Valladolid "debe adoptar su propio Plan municipal de Mejora de la Calidad del Aire, englobando el Plan de Acción contra el Ruido Urbano, que debía haberse renovado hace dos años, y un Plan de Movilidad Urbana Sostenible que lleva cuatro años paralizado".
MEDIDAS "URGENTES"
En opinión de Ecologistas en Acción, es "urgente" la delimitación del centro de Valladolid como Zona de Bajas Emisiones, limitando la circulación motorizada a residentes, transporte público, carga y descarga y urgencias; potenciar el transporte público metropolitano (autobús y cercanías ferroviarias) con el dinero destinado a las infraestructuras para el automóvil privado (Ronda Exterior Oeste, tercer carril de la autovía A-62); penalizar fiscalmente los vehículos diésel, y promover la electrificación de los autobuses y la flota de distribución de mercancías urbanas.
Respecto al resto de contaminantes, la organización señala que durante el año pasado "ha mejorado en general" la calidad del aire de la ciudad por partículas o dióxido de nitrógeno, por "las mayores lluvias e inestabilidad invernales".
No obstante, tomando como referencia las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se obtiene que cinco de las seis estaciones que durante 2019 han medido partículas de tamaños inferiores a 10 micras (PM10) y a 2,5 micras (PM2'5) superan las recomendaciones sanitarias diarias de la OMS establecidas respectivamente en 50 y 25 como media diaria, no debiéndose superar más de tres días al año.
Sobre el ozono, el verano de 2019 ha sido "similar" a los de la última década, por el aumento de las temperaturas estivales, por lo que la ciudad ha rebasado en 80 días, casi la mitad del periodo de riesgo (abril a septiembre), el nivel de ozono recomendado por la OMS, establecido en 100 microgramos por metro cúbico como máximo promedio de ocho horas a lo largo de cada día.
En conjunto la aglomeración ha soportado mala calidad del aire por encima de lo permitido por la legislación durante 43 días, la octava parte del pasado año. Si se evalúa la situación con las recomendaciones de la OMS, el número de días con mala calidad del aire se duplica hasta 93.