Historias en blanco y violeta VII: Daniella, cuerpo pequeño y corazón gigante que late por el Pucela

El amor no entiende de edades. Si no, que se lo pregunten a Daniella Magaña Rodríguez, vallisoletana de tan solo 10 añitos que ama al Real Valladolid y que, prácticamente desde que nació, se enfundó la camiseta blanquivioleta que no se ha quitado en los dos lustros que suma de vida.

“Llevo como socia del Pucela desde que nací prácticamente, en la Tribuna Norte. Mis abuelos me inculcaron este amor tan fuerte por el equipo. Siento esa pasión y ese orgullo, por ser del Real Valladolid, en cada partido”, nos cuenta esta amante del fútbol, el baile, la gimnasia y los viajes.

El jugador favorito de nuestra protagonista es el guardameta Jordi Masip porque “pese a lo que digan es un muy buen portero” y además “le cayó bien desde que llegó” aunque el año pasado sentía también predilección por un casi tocayo como es Daniele Verde, con el que se le puede ver en la imagen principal que adjuntamos.

La pequeña tiene además una relación muy especial con el que fuera presidente de la entidad blanquivioleta, Carlos Suárez. “Desde pequeñita, cada vez que me veía, me cogía en brazos y me llamaba princesa. Le quiero un montón. Cuando se fue y vino Ronaldo lloré porque hizo mucho por este club”.

Daniella no solo apoya a los chicos de Sergio en el Estadio José Zorrilla. También les acompaña a lo largo y ancho de toda la península cuando juegan fuera, siempre de la mano de su madre Carmen y de su abuela Benita, ya llueva, haga frío o un calor tremendo.

“No recuerdo los viajes que llevo acompañando al equipo. Viajo con mi madre y mi abuela y si mi madre no puede lo hago con la abuela y sus amigas. Este año, el viaje que más recuerdo es el que hicimos al Benito Villamarín, el primer partido de la temporada, que ganamos 1-2. También he estado en el último, contra Osasuna”, nos cuenta la pequeña.

Daniella tiene claro que este año “el Pucela se salvará” aunque “tendremos que sufrir como la temporada pasada” y como ya hizo el cuadro blanquivioleta el sábado en El Sadar para arañar un punto y alcanzar los 22 para seguir a seis de la zona de descenso que marca el Celta con 16.

De casta le viene al galgo dice el refrán, y si hace apenas un año hablábamos con Benita Monzón Prado, presidenta de la Peña de la Petaca del Real Valladolid que acumula 80 primaveras, hoy lo hacemos con su nieta, otra apasionada del fútbol y del Pucela, que lleva el amor por su equipo allá por donde va con sentimiento y orgullo.

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