El nombre de Salamanca lleva años asociado a las despedidas de soltería en España. La ciudad, especialmente cuando llega el calor, se convierte en un ir y venir de hombres y mujeres que vienen a pasar un fin de semana de fiesta para celebrar que alguien del grupo se casa pronto.
No en vano, en la provincia hay numerosas empresas que se dedican precisamente a la organización de estos eventos con actividades lúdicas y deportivas que se suelen celebrar fuera de la capital. Una buena fuente de ingresos que se dispara al comprobar el número de bodas en España que, aunque en descenso, se mantiene por encima de las 150.000. Multiplica esto por la pareja y sus amigos. Mucha gente.
Hasta aquí no hay mayor problema. Sin embargo, siempre han estado muy discutidas por lo indecoroso de algunas, con gente desfasada, en actitudes obscenas y peleas o agresiones. Esto llevó al Ayuntamiento a regular la situación y a multitud de bares, a no admitirlas en sus establecimientos.
Pese a ello, y a que la voz se ha corrido por España hasta el punto de distorsionarse y creer que "la cosa se ha puesto difícil", Salamanca sigue estando entre las ciudades preferidas para pasar un fin de semana de despedida que se recordará siempre.
Aparece en las clasificaciones en la zona alta junto a otras ciudades como Madrid, con 23 veces más de población que Salamanca, o Barcelona, y otras similares como Granada, Málaga, Mallorca, Valladolid o Benidorm.