Clyde Compton es un camionero canadiense que se encontraba trasportando un cargamento de leche por una carretera de Cormack, una comunidad agrícola ubicada en la Gran Península del Norte de Newfoundland. Hasta ahí todo normal. Pero, durante su anodino trayecto, vislumbraba en la vía lo que inicialmente parecía un bulto de ropa vieja de color negro.
Extrañado, el transportista paraba su camión para acercarse al supuesto amasijo de tela, para descubrir a tres pequeños gatitos, que se estaban congelando bajo la nieve en plena carretera. La ausencia de marcas de patitas indicaba claramente que los bebés no habían llegado hasta ahí por su propio pie, sino que habían sido lanzados desde otro vehículo, para abandonarlos a su suerte.
Sin dudarlo, Compton recogía a los tres cachorros y los envolvía en mantas para llevarlos hasta su domicilio, donde su mujer e hija colaboraron para mantener calientes y con vida a los tres pequeños. La familia ya tiene dos gatos y dos perros en casa, por lo que tomaron la determinación de contactar con el grupo de rescate de animales ‘Deer Lake Kitten Rescue’ (DLKR), que se ocupó de dar a los gatitos los cuidados veterinarios necesarios y transferirlos a un refugio, en busca de un nuevo hogar.
Una historia que el propio camionero compartía a través de las redes sociales y se hacía viral, con un vídeo que supera las 30.000 reproducciones. Miles de personas en todo el mundo se interesaban por el estado de los tres cachorros y felicitaban a Compton por su determinación. Y es que ahora, Flurry, Shiver y Stormy, que es como se llaman los gatitos, están completamente recuperados en el refugio a la espera de un hogar que les quiera como se merecen.