El sindicato Comisiones Obreras observa desigualdad, segregación horizontal y vertical y brecha salarial en la Junta de Castilla y León y ha reclamado avanzar en la negociación del plan de igualdad, a lo que ha recordado que la Administración está obligada por ley desde 2007, por lo que considera una "vergüenza" que aún no lo tenga, y para lo que este martes se ha convocado una reunión.
Así lo han señalado en rueda de prensa las responsables de Igualdad de las federaciones de Servicios a la Ciudadanía, Educación y Sanidad de CCOO, Eva Espeso, Carmen Mascaraque y Dolores Menéndez, respectivamente, en una rueda de prensa.
Las responsables sindicales han señalado la falta de interés de la Administración autonómica por elaborar este plan, al que está obligada desde 2007 por dos leyes, la más reciente de 2019 que además señala la necesidad de desarrollar antes un diagnóstico de la situación.
Dolores Menéndez ha incidido en que además de ser la "empresa" más grande de Castilla y León cuenta con un alto porcentaje de mujeres, ya que de los más de 86.000 trabajadores que tiene el 71 por ciento son mujeres, muchas de ellas en sectores feminizados como Sanidad y Educación, y a día de hoy no se cuenta con un plan de igualdad.
En este sentido, ha señalado que aunque no han visto un rechazo de la Junta sí creen que no tiene preocupación por esta cuestión y no ve un problema de desigualdad dentro de la Administración. Así, aunque se ha empezado a trabajar con datos que ha ido aportando la Junta, consideran que faltan muchos para poder elaborar un diagnóstico e incluso han observado que la interpretación que hace de los mismos está "bastante sesgada".
Además, ha señalado que la falta de datos es más importante en Educación y Sanidad, áreas en las que la Junta argumenta que el sistema informático no cuenta con esta información, lo que hizo que tras esperar "mucho" acudieran en 2018 a la Inspección de Trabajo, que requirió a la Junta para que facilitara estos datos, que se aportaron en 2019, aunque consideran que aún son insuficientes.
Después de esta situación y tras una última reunión que se produjo el 18 de noviembre, la Junta ha convocado a los sindicatos este martes, 18 de febrero, para intentar avanzar en esta cuestión.
Más de una década
En este contexto, Carmen Mascaraque ha calificado de "vergüenza" que aún no se cuente con este plan al que esperan desde hace 13 años y ha apuntado que por ejemplo en el sector de la Educación el número de mujeres es más del doble que el de hombres, algo marcado por "patrones de género" y una función de cuidado, a pesar de que en Infantil, Primaria y Secundaria la labor es educativa.
En el área educativa, ha señalado la responsable sindical, es que las mujeres ocupan los puestos de menor retribución, ocupan menos puestos directivos en algunas etapas y su temporalidad es bastante superior a la de los hombres, de manera que hay una preocupación porque en un sector feminizado hay una mayor precarización entre las mujeres.
También ocurre algo similar en Sanidad, donde el 77 por ciento del personal es mujer y hay una segregación horizontal y vertical, algo que se puede ver en los puestos de dirección o jefaturas de servicio, donde no se corresponde el porcentaje de mujeres y hombres en comparación con el que hay en la plantilla o en otras materias como la formación o cuando se trata de reducir jornadas para cuidado de hijos, por ejemplo.
En el ámbito de la Administración General también se observa que las mujeres ocupan los puestos más bajos y la segregación es horizontal y vertical, con una mayor temporalidad entre ellas, que tienen menos puestos de responsabilidad, una brecha salarial dada por la falta de acceso a niveles altos o una ausencia de perspectiva de género en el acceso y contratación a los puestos, por ejemplo.
Las responsables sindicales, que han apuntado que sólo cinco comunidades autónomas cuentan en su administración autonómica con planes de igualdad, han asegurado que pondrán toda la voluntad en sacar adelante el plan, para lo que propondrán diversas medidas.
A este respecto, Eva Espeso ha señalado que el objetivo de las mismas, si se tiene en cuenta que la mujer no parte de la misma línea de salida por sus roles, es introducir una cultura nueva y organizativa desde políticas de recursos humanos que planteen diferentes medias que solucionen estas diferencias.
Entre ellas ha apuntado algunas como medidas relacionadas con el acceso a los puestos de trabajo, buscar el equilibrio en los puestos feminizados y masculinizados, más formación y sensibilización, revisar los complementos específicos, acciones de prevención del acoso por razón de sexo y otras más concretas como elevar hasta el 75 por ciento el salario que se percibe con reducción de jornada.