Poco se sabe sobre el origen de las torrijas. La versión más extendida se lo atribuye a los romanos, pero también hay hipótesis que afirman que su ascendencia es mudéjar o andalusí.
Este postre tan típico ahora, en un primer momento tenía como finalidad aprovechar el pan sobrante, en una época de escasez de alimentos. Su alto aporte energético hacía que fuera muy común en momentos de ayuno como la Semana Santa.
En el siglo XV era el alimento proporcionado a las mujeres después de dar a luz, con el objetivo de acelerar la recuperación.
En la actualidad, las torrijas se han convertido en el postre tradicional de Semana Santa, y como tal, hay una gran variedad de torrijas.
Es un proceso sencillo y rápido. Estos son los ingredientes y pasos necesarios para elaborar las torrijas:
En primer lugar se debe calentar la leche en una cazuela pequeña, añadiéndole corteza de limón. En el momento que comience a hervir, se debe bajar el fuego y dejarlo cocer cinco minutos a fuego lento.
Este es un buen momento para ir partiendo las rodajas del pan. El pan debe estar duro (de unos tres días) para evitar que se deshaga en pasos posteriores.
Una vez tengamos las rebanadas de pan, se deben colocar en una bandeja para después verter la leche que habíamos hervido. El pan debe quedar totalmente empapado, para ello será necesario darles la vuelta a las rodajas.
A continuación se baten los huevos, es recomendable hacerlo en un plato hondo. Una vez batidos se introducirán las rebanadas en el huevo.
En este punto las torrijas ya están casi hechas, sólo queda freírlas. Para ello se pone aceite en una sartén y se calienta a fuego lento. Una vez esté caliente se debe introducir las torrijas. En este paso se debe tener cuidado para evitar que se rompan las rebanadas de pan.
Una vez estén fritas, deben colocarse en un plato que tenga papel de cocina con el objetivo de que absorba el exceso de aceite.
En este punto es recomendable echarles un pequeño chorro de leche a cada una.
En este punto las torrijas ya están hechas. Si se desea se le puede espolvorear un poco de azúcar para hacerlas más dulces.
Esta es la receta tradicional, pero existen otras variantes que pueden hacer este postre más original. Estas son algunas de las más famosas:
Esta variedad consiste en añadirle miel a la torrija, dotándola así de un sabor más dulce.
Se trata de una de las recetas más novedosas. Se trata de añadirle chocolate derretido con el objetivo de mezclar sabores.
Se preparan igual que las tradicionales torrijas con leche pero se le añade un poco de anís. El proceso consiste en empapar las rebanadas de pan en anís, lo que dará un sabor más especial.
El procedimiento es igual que en el ejemplo anterior, pero en este caso de empaparán con vino.
Es la receta más elaborada, se aleja algo más del sabor tradicional del postre. Las torrijas se rellenan con crema pastelera, por ello el proceso es más largo.
Siguiendo estos sencillos pasos podrás prepara el dulce característico de estas fechas de una forma muy sencilla.