Iberdrola ha obtenido un beneficio neto ordinario de 968 millones de euros en el primer trimestre del año, un 5,3% más que en el mismo periodo de 2019. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) ha aumentado en la misma línea, con un crecimiento del 5,8%, hasta 2.750,6 millones de euros. Estos resultados han sido posibles gracias a las inversiones récord del grupo desde el inicio de 2019 y hasta el cierre del primer trimestre, que han ascendido a 9.887 millones de euros. De este importe, 1.728,6 millones de euros corresponden a los tres primeros meses de este año, lo que supone una aceleración del 24,2%. El 91% se destinó a Renovables y Redes: 810,2 y 765,9 millones de euros, respectivamente.
El grupo ha continuado avanzando por tanto en sus proyectos en todo el mundo, que suman más de 8.500 megavatios (MW) de capacidad. Solo entre enero y marzo, ha instalado 1.200 nuevos MW y, durante los últimos 12 meses, ha añadido 5.500 MW de potencia hasta alcanzar un total de 53.270 MW. Todo ello, aumentando el flujo de caja un 3,7% hasta los 2.111,9 millones de euros.
Gestión anticipada de la COVID-19 y medidas para mitigar su efecto
Iberdrola ha apostado, por tanto, por acelerar sus inversiones para seguir avanzando hacia la recuperación de la economía y del empleo. En este sentido, su presidente, Ignacio Galán, ha destacado que “existe consenso total en que el camino de la recuperación económica debe ser necesariamente verde, con la lucha contra el cambio climático como elemento central. Contamos para ello con planes claros tanto en Europa, con el European Green Deal, como en España, con el PNIEC. Iberdrola está totalmente preparada para sumarse a esta tarea”.
La empresa activó su plan de acción global contra la pandemia desde los primeros momentos en que su amenaza fue perceptible, poniendo en el centro a empleados, proveedores y sociedad. En cuanto al empleo, Iberdrola mantiene su previsión de realizar 5.000 contrataciones en 2020. Además, ha reforzado las medidas de seguridad para los profesionales en terreno y el 95% de los empleados de oficinas está teletrabajando, gracias a las inversiones realizadas en digitalización.
Al mismo tiempo, Iberdrola continúa aportando valor al tejido industrial que sustenta: además de las inversiones récord, la cadena de suministro se ha beneficiado de la aceleración de las compras, que han alcanzado los 3.800 millones de euros en las últimas semanas. Además, la empresa sigue trabajando para reforzar el suministro eléctrico, sobre todo en instalaciones esenciales como son los hospitales; ha habilitado facilidades de pago para los clientes y donado 30 millones de euros en material sanitario de primera necesidad en esta crisis. Todo ello, en coordinación con las autoridades.
En cuanto a los negocios del grupo, el impacto de la pandemia será amortiguado mayoritariamente por varios factores: la fortaleza del modelo de negocio basado en las redes y las renovables, la continuidad de la actividad gracias a las medidas puestas en marcha, los 8.500 nuevos MW en construcción y otras iniciativas de mitigación.
Iberdrola mantiene también una sólida posición de liquidez de 14.400 millones de euros, suficiente para cubrir las necesidades financieras de 30 meses en un escenario de normalidad. Además, ha vuelto a quedar probada su facilidad de acceso a los mercados en las mejores condiciones con las recientes emisiones de bonos verdes realizadas por valor de 1.800 millones de euros.
Liberalizado y Renovables compensan la peor evolución en España
El Ebitda total del grupo ha ascendido a 2.750,6 millones de euros en el trimestre, un 5,8% más. Se ha visto impulsado por las áreas Liberalizado y Renovables, que han mejorado, respectivamente, un 26,5% y un 6,1%, hasta los 759,6 y los 725,5 millones de euros de Ebitda. El negocio Regulado ha reducido su Ebitda un 4,7% hasta los 1.256,6 millones de euros, debido a los ajustes contables en Estados Unidos y a la menor retribución en España, de acuerdo con el marco regulatorio vigente.
En concreto, el Ebitda de Iberdrola España se ha reducido un 3% y su beneficio neto, un 7%. Las inversiones en el país se han incrementado un 51% respecto al primer trimestre de 2019, tanto en redes como en nuevos proyectos renovables. Entretanto, la demanda eléctrica peninsular ha descendido un 3,2% y los precios del mercado mayorista, un 37%, si bien ambas magnitudes están condicionadas en gran medida por el impacto del estado alarma declarado por la COVID-19.
El beneficio neto reportado, que incluye extraordinarios, ha alcanzado los 1.257 millones de euros. Este importe refleja el impacto positivo de la venta de la participación del 8,07% en Siemens Gamesa, que ha generado unos ingresos de 1.099,5 millones de euros y unas plusvalías de 484,5 millones de euros en el trimestre.
Iberdrola mantiene el dividendo y su previsión de beneficio
El Consejo de Administración de Iberdrola ha aprobado la ejecución de una nueva edición de ‘Iberdrola Retribución Flexible’, después de que la Junta General, con un quorum del 77%, aprobase todas las propuestas con un voto favorable medio del 98%. De este modo, la Sociedad cumple su compromiso con sus más de 600.000 accionistas, que recibirán un dividendo complementario de, al menos, 0,232 euros brutos por acción. Este importe, sumado a los 0,168 euros brutos por acción ya abonados en febrero, resulta en una retribución al accionista con cargo a 2019 de 0,40 euros brutos por título, con lo que se alcanza con tres años de antelación el suelo fijado para 2022.
De cara al resto del ejercicio, las inversiones previstas por valor de 10.000 millones de euros, las medidas adoptadas contra la COVID-19 y el impacto del resultado extraordinario por la venta de la participación en Siemens Gamesa permiten a Iberdrola mantener sus previsiones para el año. La empresa espera, por tanto, que a fin de ejercicio crezca tanto el beneficio neto como el dividendo.