El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, ha reconocido que se alegra de que la mayoría de alcaldes de la Comunidad se haya comportado de manera "prudente" con respecto al decreto de medidas de prevención y control del coronavirus, a excepción de los regidores de León y Valladolid, José Antonio Diez y Óscar Puente, respectivamente, quienes han criticado las pautas de la Administración autonómica.
Por su parte, Diez ha tachado de "total improvisación" las medidas para afrontar la 'nueva normalidad', además de acusar la "falta de coordinación" por parte de la Junta para preparar este tiempo de transición y se ha mostrado sorprendido de que no se haya "tenido en cuenta" a los ayuntamientos para su elaboración, quienes se encuentran ahora en una "situación complicada" dada la premura de los acontecimientos.
Mientras, Puente ha calificado de "equivocada" y "extemporánea" la decisión de la Junta de recomendar a los ayuntamientos que no celebren fiestas patronales ni eventos con grandes aglomeraciones y ha precisado que "si es una recomendación" el Ayuntamiento mantiene la "tesitura" de tomar sus decisiones sobre las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo.
Además, el alcalde ha encomendado a la asesoría jurídica de que haga un estudio de la "fuerza vinculante" de esta normativa y de la recomendación de la Junta, pues cree que la decisión se deberá tomar "con todos los elementos necesarios".
A este respecto se ha pronunciado el también consejero de Transparencia, Ordenación del Territorio y Acción Exterior en una entrevista en Onda Cero y recogida por Europa Press, en la que ha recordado que, lejos de "polemizar", la intención de la Junta es seguir intentando preservar la salud de conciudadanos y tomar medidas desde un punto de vista epidemiológico.
Precisamente, en respuesta a Puente, Igea ha señalado que espera espero que el regidor vallisoletano tome decisiones en base a criterios sanitarios y no jurídicos, ya que considera que haría "un flaco favor a sus vecinos".
"Una cosa son unas fiestas y otra los eventos culturales, en los que resulta más fácil mantener las distancias. Eso lo entiende cualquiera", ha aseverado Igea antes de insistir en que la tarea de los alcaldes "no es tanto presumir de su importancia sino contribuir a conciencia ciudadana".
En este sentido, ha apuntado que un "responsable político" debe ser, "valga la redundancia, responsable" y entender que "hay muchas cosas importantes, en juego pero ninguna lo es más que la vida humana".
No obstante, ha garantizado que las opiniones de los alcaldes serán valoradas y escuchadas pero también ha apuntado que, sobre todo, se tendrán en cuenta las de los especialistas en salud pública.
"Me alegro de que la inmensa mayoría de los alcaldes se haya comportado de manera prudente. Aquí lo importante no es la polémica. A la gente no se le debería borrar de la mente lo que ha ocurrido estos meses", ha incidido el político de Ciudadanos.
"DOS MOMENTOS PELIGROSOS"
Para evitar que la situación derivada de la epidemia caiga en el olvido en el segundo día de la denominada 'nueva normalidad', Igea también ha recordado que existen "dos momentos peligrosos" que podrían hacer que Castilla y León viviese un retroceso, como ya ha ocurrido en tres comarcas de Huesca que han regresado a fase dos debido a un rebrote.
Se trata, según ha explicado Igea, de dos supuestos: que la incidencia del virus subiese por encima del ratio previsto en los planes de desescalada o que empiecen a aparecer casos sin contactos conocidos. "Esos son dos momentos peligrosos pero mientras seamos capaces de seguir los contactos e incidencia dentro de los límites, iremos avanzando", ha señalado, aunque ha advertido de que "no se descarta nada".
También ha este respecto ha asegurado que el brote en el Hospitar Río Hortega de la capital vallisoletana se encuentra "dentro de lo previsible porque el virus sigue circulando". Además, ha afirmado, se trata de un brote controlado en el que la mayoría de contagios son asintomáticos.
"NI FUSTIGARSE NI SACAR PECHO"
En cuanto al balance la gestión de la Junta en estos meses, Igea, para quien resulta "difícil" decir que está "satisfecho" dada la elevada cifra de fallecidos, se ha confesado "tranquilo" porque ha hecho todo lo que ha podido en estas circunstancias.
"No podemos decir que estamos contentos porque sería una inmoralidad. Hemos trabajado duro y hemos puesto lo mejor, pero si dijera que estoy satisfecho, ni yo mismo lo entendería", ha reconocido.
Por último, preguntado por las decisiones del Gobierno central, ha realizado un análisis similar, pues ve "tan malo buscar culpables y responsables como decir que uno ha salvado 400.000 vidas".
"Ninguna de las dos cosas es acertada. Esa no es la actitud; no hay que fustigarse ni sacar pecho porque probablemente hemos sufrido más de lo que deberíamos y hay mucho que reflexionar", ha concluido el vicepresidente autonómico.